La quinta de Morientes

«ES MUY DURO estar aquí y no poder jugar la final. Y sobre todo entrenarme toda la semana sabiendo que en el gran día no puedo ayudar a mis compañeros. Ver la expectación que hay en Liverpool, la locura que hay por tener una entrada y yo sin poder participar. Un palo». Son palabras de Fernando Morientes, horas antes de la gran final en Estambul. Una decisión que la Uefa y los clubes deberían replantearse. ¿Por qué un futbolista como Morientes no pudo jugar la final? Por haber jugado un simple partido con el Real Madrid en Europa a comienzos de esta temporada. Esta medida se antoja cruel. Porque Morientes no ha hecho daño a nadie. Y más en una competición renovada y de referencia mundial como la Liga de Campeones, en la que, además, Morientes es un icono de la competición. Sus números le avalan. Habitualmente no se da un caso así. Pero seguro que más de uno habrá pedido una revisión de esta situación para el futuro. No está acostumbrado Morientes a estar en un segundo plano. De hecho es la imagen del Liverpool, al lado de Rafa Benítez, en muchos de las publicaciones que se ven en la sala de prensa del estadio olímpico Ataturk. Por eso es una faena para Morientes conformarse con animar a los suyos desde el palco. Tiene tres réplicas de la Copa de Europa en su casa, una medalla de finalista el año pasado en Mónaco y la de hoy sería su quinta final. Números de leyendas del fútbol europeo. Sin embargo, lo mejor de Morientes está por llegar en Anfield. Aterrizó en el mercado de invierno, sin estar físicamente al cien por cien. En Inglaterra el nivel de exigencia diario es más intenso que en España y Rafa Benítez tiene claro que el nuevo Morientes va a ser el año que viene uno de sus grandes fichajes. Partiendo de cero y con algunos retoques, el Liverpool va a seguir creciendo. Morientes cuenta con un valor añadido. Interesante para el futuro del futbolista español de perfil alto. Es decidido, abierto de mente, y ha demostrado que saliendo de la Liga española se abren otros mundos. El nueve de España ha mandado un aviso a su gremio. Lo fácil es estar protegido en tu club, en tu casa. Saber que tienes el puesto asegurado. Fuera se aprende, se progresa, él tuvo una experiencia privilegiada en Mónaco con Didier Deschamps, un entrenador al que estará eternamente agradecido, al igual que a Rafa Benítez.