El padre de los Schumacher se ve obligado a mediar entre sus hijos

El padre de los pilotos alemanes de Fórmula 1 Michael y Ralf Schumacher se ofreció para mediar en la «guerra» abierta entre los dos hermanos tras la arriesgada maniobra de adelantamiento que trató de hacer el heptacampeón del mundo sobre el de Toyota en la última curva del Gran Premio de Mónaco. «Sólo soy el padre, trataré la mediación. Pero esto no depende de mí para que vuelva la calma», afirmó Ralf Schumacher al diario Colonia Express , añadiendo que este litigio puede perjudicar a ambos pilotos de cara a su preparación para el Gran Premio de Europa, séptima prueba del Mundial que se disputa este fin de semana en Nurburgring. Para el progenitor de los Schumacher, «Ralf es más emocional, Michael es más tranquilo, son sus caracteres. En Mónaco, Ralf fue un poco demasiado impulsivo y sobrepasó los límites. Pero esto no es tan grave. Con algunos días de distancia, va a juzgar el asunto de otro modo. Los dos van a reconciliarse». Ralf criticó el lunes la acción de su hermano mayor, que intentó meterse entre el muro y él en la última vuelta, justo antes del pasado bajo la bandera de cuadros. «Fue peligroso. Parece que a veces Michael se pierde. Tengo la sensación de que a veces apaga su cerebro», dijo. Cerrado el caso BAR-Honda Por otra parte, la Federación Internacional del Automóvil (FIA) emitió ayer un comunicado en el que da por cerrado el caso BAR-Honda, que concluyó con la suspensión por dos grandes premios (España y Mónaco), además del de San Marino, por irregularidades en el peso de los monoplazas de la escudería en esta última carrera. La FIA remarca que «el incidente del Gran Premio de San Marino está cerrado» y que «BAR-Honda ya no está bajo investigación». La federación desea a la escudería «todos los éxitos en las tres pruebas restantes del Campeonato». El pasado 5 de mayo BAR-Honda fue excluida por el Tribunal de Apelación de la FIA al considerar que sus coches no estaban conformes con el reglamento técnico en esta última prueba. Los coches no cumplían con el reglamento técnico de la Fórmula Uno. Se consideró probado que una vez manifestado por los representantes del equipo BAR-Honda que habían extraído toda la gasolina del coche del británico Jenson Button, aún quedaban en el mismo 2,46 litros en el depósito principal, más 8,92 en un compartimento especial. Esto fue considerado como «un fraude», además de no haber informado del depósito escondido, ni haber solicitado una aclaración del Reglamento Técnico.