Nadal arrolla al francés Gasquet para poder acceder a los octavos de final

Un muchacho a punto de cumplir los 19 años, nacido en Manacor, hizo por unos instantes enmudecer a los 15.000 espectadores que llenaron hasta la bandera la pista central de Roland Garros. Y es que Rafael Nadal, cuarto cabeza de serie, solventó con toda autoridad su duelo de tercera ronda frente a su también joven oponente francés Richard Gasquet (trigésimo preclasificado). En una hora y 49 minutos, el extraordinariamente combativo Nadal superó a su rival por 6-4, 6-3 y 6-2 y se clasificó para los octavos de final. Promocionado a bombo y platillo por los medios de comunicación franceses, el duelo Nadal-Gasquet quedó reducido a una clara demostración de la superioridad del jugador español. A Gasquet le impresionó demasiado su público. No fue capaz de dominar los nervios y aunque alguna que otra vez soltó irresistible su revés a una mano y de cuando en cuando exhibió una derecha contundente, el caso es que Rafael Nadal lo arrolló sin contemplaciones. El fuerte calor (35 grados) no restó en modo alguno la fuerza del balear. En realidad fue capaz de sobreponerse al auténtico infierno de una afición volcada con su adversario y también a la elevada temperatura ambiente. A juzgar por lo realizado este viernes, más de uno dirá que Gasquet es algo así como un bluf . El francés no fue capaz de desarrollar su juego normal, presionado por la responsabilidad de luchar frente a Nadal en presencia de sus propios compatriotas. Notable diferencia Está claro que, por lo que a golpes se refiere, la derecha de Nadal barrió al revés de Gasquet. Además, a la hora de reflexionar sobre el comportamiento en la pista de uno y otro, se observa la notable diferencia en cuanto a la efectividad del saque se refiere. Baste el dato de que el francés perdió nada menos que siete veces su servicio por las dos del español. Nadal se adaptó perfectamente a la superficie de tierra batida, que hizo cobrar viveza al bote de la bola a causa del calor.