La ausencia de recursos en la primera línea resultó vital Péric, el nacionalizado Skrbic y para colmo Iker Romero... Y ademásproblemas en la portería

Una de las premisas del partido era muy clara: el Ademar depende mucho de sus dos grandes artilleros, Kjelling y el croata Métlicic, incluso cuando sus jóvenes directores, Perales (20 años) y Raúl Entrerríos (23) brillan como hicieron el miércoles, en cuartos de final, contra el Pórtland San Antonio de Pamplona. El caso es que Perales volvió a estar espléndido desde la primera jugada, con el matiz de que necesita muchas horas de gimnasio para ganar en contundencia. Pero los cañoneros tenían la pólvora húmeda: Kjelling falló sus cuatro tiros del primer tiempo, y Métlicic sólo transformó en gol dos de sus cinco. La artillería pesada del Barcelona tampoco estaba afinada: entre Jerome Fernández, Iker, Nagy y Jeppesen sólo consiguieron nueve dianas de 19 intentos, pero el factor diferencial estaba en las porterías: nueves paradas del azulgrana Péric (casi todas de gran mérito), y sólo tres de Jorge Martínez, sustituido antes del descanso por Erevik. Puro pundonor Pero el Ademar es pundonor y torbellino, como demostró en los trepidantes cuatro primeros minutos de la reanudación: cuatro contraataques impecables y una preciosa vaselina de Juanín desde el extremo propiciaron el vuelco, del 17-13 al 18-18, a pesar de que Kjelling seguía redondeando una actuación sencillamente horrorosa: cero goles de siete tiros. Con esta victoria, el conjunto azulgrana dirigido por Espar podrá defender su título ante los vallisoletanos del seleccionador Juan Pastor y de esta forma optar a un doblete inesperado al perder la liga.