La noche en la que la Deportiva brindó por ascender a Segunda

La Deportiva celebró en la noche del sábado la XIX edición de la cena a beneficio del club en el Restaurante Azul de Montearenas. En ella se dieron cita alrededor de 450 comensales que disfrutaron de una suculenta cena amenizada con los acordes de las tres nuevas versiones del himno del club. Dos de las personas que cantaron la versión actualizada del oficial estaban en la mesa ocupada por directivos. Fue una reunión de la gente que quiere a la Deportiva en la que la ilusión flotaba en el ambiente. Sólo en la primera edición la Deportiva celebró este acto a finales de Liga y entonces también se había clasificado para una fase de ascenso, en aquel caso para subir a Segunda División B. Ahora, con la esperanza de hacerlo a la Segunda División A. Algunos aficionados de los de siempre (de la grada de tribuna) no dudaron en animar al equipo como si estuviesen en el medio de un partido. Era el grito que habitualmente identifica a Manceñido y que es el más característico desde hace muchos años cuando de da ánimos. Al tener que jugar ayer la plantilla en Miranda, los futbolistas abandonaron su sitio tras los postres en medio de una ovación, sobre todo para Guille, que se retrasó y salió el último, oyendo el ya famoso grito de «¡Guille, Guille1». Al final hubo sorteo de regalos. Incluso algunos de los mejores seguidores de la Deportiva (aquéllos que hacen lo imposible por seguir al equipo allá donde juegue) tuvieron la recompensa de que la suerte cayese sobre ellos con regalos como una camiseta firmada por toda la plantilla. Para despedir la velada hubo actuación del grupo musical Los Templarios II. Nadie olvida a Samprón Ni en la presentación del acto -donde se recordaron las otras promociones a Segunda División de la Deportiva- ni en la alocución del presidente se pasó por alto la figura del desaparecido Manuel Samprón Samprón. Él tuvo más vista que nadie hace 19 años y junto con el entonces presidente organizaron la primera cena. Hasta este año él era el encargado de todos los detalles que la rodeaban. Antes de ayer seguro que la disfrutó desde el cielo. Antes del sorteo de regalos hubo tiempo para los discursos. Primero habló José Fernández Nieto. El presidente hizo votos porque el sorteo le deparase rivales sencillos. «El domingo tuvimos que ganarle a la Cultural. Lo necesitábamos. Yo espero que el primer partido que juguemos en El Toralín sirva para homenajear a esos jugadores que son artífices del momento en el que nos encontramos». Manuel Rodríguez estaba emocionado como nadie. «Se ha cerrado ya una campaña con broche de oro. En el frontispicio de la historia ha quedado ya con carácter indeleble el hecho de que la Ponferradina ha sido campeona del segundo grupo de la Segunda A en este año 2004-2005 y eso no lo quita nadie» (lógicamente quería decir Segunda División B ). Prosiguió diciendo que «iniciamos en las próximas semanas lo que puede ser el éxtasis. El fútbol es un fenómeno de masas que tiene un impacto impresionante en todos los ámbitos, por tanto también en el desarrollo económico de Ponferrada». Prometió el apoyo incondicional del Ayuntamiento, lo que provocó una cara de inmensa felicidad del presidente blanquiazul. «Vamos a estar siempre detrás de esos colores, presidente; ¡no lo dudes nunca!. Esos colores son lo que está por delante de todo». Despidió el acto diciendo adelante Deportiva. Le faltó, como dice el himno el «arriba» (adelante y arriba).