Juanín García: «Que quede claro que no me voy de León pordinero»

Salvo que suceda un milagro, Juanín García, el jugador más emblemático del Ademar, dejará el club esta misma semana para proseguir su carrera deportiva muy lejos de León a pesar de que tiene contrato hasta el año 2007. El extremo eludió ayer realizar declaraciones sobre su sorpresiva determinación y sólo quiso hacer una precisión: «Que quede muy claro que no me voy de León por dinero. No son motivos económicos, son razones personales», manifestó el jugador que tiene previsto explicar esta semana con detalle las razones de su marcha. «Hasta ese momento, yo al menos no voy a hablar más», subrayó. En todo caso, hablando con el entorno del jugador pueden vislumbrarse las causas de esta traumática decisión. Todo comenzó a fraguarse hace poco más de una semana cuando le llegó una suculenta oferta del Ciudad Real. La cantidad es importante, está cerca de doblar lo que cobra actualmente en el Ademar. Juanín puso esa circunstancia en conocimiento de la dirección del club a la vez que les comunicaba su deseo de seguir en León con una mejora en su actual contrato y aumentando su cláusula para blindar su futuro en León. El extremo, según aseguran quienes le conocen bien, no pidió ninguna cantidad desorbitada, inasumible para las arcas del club. «Ni mucho menos se acercaba a otras ofertas que ha recibido». Juanín movió ficha y esperó que el club hiciese lo mismo. Sin embargo, le sorprendió comprobar como no le contestaron con ninguna contraoferta, tan sólo le indicaron que para la economía del club sería muy difícil asumir un incremento de su contrato y le emplazaron a negociar al finalizar la temporada. Fue esta postura, precisamente, lo que exasperó a Juan García. No se sintió reconocido, ni valorado en su propia casa cuando se lo rifan algunos de los mejores clubes del mundo. «Esperaba que alguien le dijese, tranquilo que esto se va a arreglar. Vamos a hacer un esfuerzo por tí porqué queremos que te quedes con nosotros», advierten desde su entorno más cercano. Eso no ocurrió y el jugador sintió herida su dignidad. Máxime cuando son notorios y públicos los esfuerzos que ha hecho la entidad ademarista por retener a otros jugadores. «Él se quería quedar, pero le pareció que el trato que recibía no era el adecuado y que le estaban señalando la puerta». A todo esto hay que añadir que la relación de Juanín con Cadenas se ha enfriado notablemente en las últimas semanas. Técnico y jugador se han distanciado y su enfrentamiento en el partido ante el Portland fue fruto de esa crispación. Aún así, el jugador viajó a la Copa del Rey a Galicia con la esperanza de reconducir las cosas. Pero nadie se dirigió a él para contestar a sus demandas. Y esa fue la gota que colmó el vaso de su paciencia. Decidió que su etapa en el Ademar había finalizado. «No se va por dinero, se va por dignidad», aseguran. Sin duda, la caja de los truenos se ha abierto.