Savoldelli logra el segundo Giro de su carrera y lo pasea por Milán

Los 119 kilómetros de la última etapa del Giro de Italia, como es habitual siempre, eran de mera formalidad, puro trámite para que Paolo Savoldelli, el jefe de filas del Discovery Chanel, se apuntara el segundo Giro de su carrera, uno de los más disputados de los últimos tiempos en el que los dos ciclistas que le acompañaron en el podio marcaron unas diferencias inferiores al minuto: Gilberto Simoni (Lampre, a 28 segundos) y José Rujano (Selle Italia, a 45 segundos). La fiesta que vivía el pelotón antes de llegar a las calles de Milán se convirtió en tensión cuando se disputaron los kilómetros finales. Cada intento de escapada era echado abajo por el Fassa Bortolo que no quería otro final de etapa que no fuera para coronar a Petacchi. En los metros finales, los lanzadores se hicieron a un lado para dejar paso a los más rápidos del pelotón: Petacchi, McEwen, Bettini, Zabel y un sin fin multicolor lanzado a toda velocidad hacia la meta. El premio finalmente fue para Alessandro Petacchi, por menos de una rueda, quien se llevó el honor de recibir los dos besos en el podio de la última etapa del Giro de Italia. Sólido líder Savoldelli, líder desde la decimotercera etapa, con llegada al Ortisei y tres puertos de primera, se mostró como el candidato más firme al título desde entonces, pues habiéndose consolidado como infranqueable en la montaña, la contrarreloj no le depararía sorpresas, pues de los favoritos era el mejor. Rujano, Simoni, Di Luca y Gárate, aunque este último en menor medida, se convirtieron en las ruedas a vigilar. El rival más duro para el jefe de filas del equipo americano fue Gilberto Simoni, sumido en la polémica de liderazgo en el Lampre con Damiano Cunego (defensor del título), se encargó de poner en serios aprietos a Savoldelli, cuya sombra dejó hasta en tres ocasiones en etapas diferentes. Sin embargo, el de Discovery se encargó de administrar su ventaja para llegar de rosa a Milán con 28 segundos de ventaja sobre el de Lampre. La 88 edición del Giro, gracias o no a su inclusión en el polémico calendario UCI Pro Tour, deparó una de las más vibrantes batallas montañosas desde los tiempos de Chiapucci-Bugno-Induráin, tanto como para que un desconocido, José Rujano (Selle Italia, equipo con invitación Pro Tour por aquello de dar espectáculo), acabara en el podio de Milán. Sin duda lo mejor del Giro vino de la mano del venezolano Rujano y su compañero de equipo, el colombiano Iván Parra (vencedor de las dos etapas dolomíticas). Ambos protagonizaron largas fugas, que a golpe de pedal, acabaron minando la general, especialmente con la pájara de Ivan Basso en la etapa del Stelvio y que le descartó para la victoria final. Junto a Rujano y Parra, el español Juanma Gárate (Saunier Duval) se consolidó como uno de los ciclistas más en forma.