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Pastor cierra su decenio al frente del Valladolid tuteando al Barça

Los castellanos logran la Copa tras vencer al Ciudad Real y después al equipo catalán

Publicado por
Leontxo García - pontevedra
León

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David tumbó a Goliat II (Barcelona) un día después de eliminar a Goliat I (Ciudad Real). Esa hazaña del Valladolid, el quinto as del repóquer del balonmano español, se basó en una mezcla explosiva: ilusión infinita, metódico estudio de los rivales y el ferviente apoyo de una afición ejemplar. Xesco Espar, el entrenador del Barcelona, confiaba muy poco antes del partido en que el Valladolid, con unos suplentes claramente peores que los azulgrana, pudiera acusar el cansancio: «La emoción y la ilusión son la mejor gasolina. Otra cosa sería si tuvieran que disputar tres o cuatro partidos sin descansar, pero éste es el último de la temporada, y también es la final que ellos ansían ganar». El Valladolid tiene la suerte (o la desgracia) de pertenecer a la mejor Liga del mundo, donde es el quinto del escalafón. En la mayoría de los demás países sería el líder, pero en España no había ganado un título desde 2002-2003 que ganó precisamente al Barcelona por 28-27. De modo que Pastor llevaba varias semanas estudiando vídeos para preparar la Copa del Rey. Especialmente magistral fue su aplicación de la famosa táctica defensiva «amagar y no dar», de la que tanto se habló durante el Mundial de Túnez, desconcertante para los rivales. Espar lo reconoció tras el partido: «Nos han vuelto locos con esa defensa». Ésa fue una de las dos claves de la final desde el punto de vista técnico. La otra se llama José Manuel Sierra, quien no sólo fue decisivo para ganar la Copa sino que tranquilizó a los aficionados de todo el país: España ya tiene, por lo menos, tres porteros de primera fila mundial. Sierra ya protagonizó el sábado un duelo impresionante con Hombrados. Y ayer con Barrufet. El Valladolid se plantó en los cinco últimos minutos con el marcador igualado. Ése era el objetivo soñado por Pastor para encarar el final de la final. Y también era el momento para terminar un tiempo muerto con una frase rotunda: «Vamos a morirnos ahora». Las palabras mágicas para que sus hombres se olvidasen de que el ácido láctico les estaba perforando los agotados músculos. Y así, lograron una proeza que cierra el maravilloso pentágono español, cuatro meses después del Mundial: Barcelona (campeón de Europa), Ciudad Real (subcampeón), Ademar (campeón de la Recopa), Pórtland (campeón de Liga) y Valladolid, el equipo modesto que transforma la ilusión en hazaña, campeón de la Copa del Rey más dura del mundo. Lo que reafirma a Pastor como un entrenador que exprime al máximo el potencial de sus jugadores, pocos pero letales. El vallisoletano remata un año de éxitos tras lograr el Mundial como seleccionador El entrenador del BM Valladolid, Juan Carlos Pastor Gómez, llevó ayer al club al segundo título de su historia tras diez años en el banquillo vallisoletano en los que ha disputado ocho finales y ha ganado dos, la de ayer por la tarde frente al FC Barcelona (27-25) en la Copa del Rey y la de la Copa Asobal en diciembre de 2002, ante el mismo equipo. De la mano de Pastor, que como seleccionador consiguió para España el Campeonato del Mundo el pasado mes de febrero en Túnez, el BM Valladolid ha logrado disputar cuatro finales europeas, dos de Copa del Rey, una Supercopa de España y el título de la Copa Asobal (el primero para el club en 2002), lo que demuestra la capacidad de este técnico. Diez temporadas seguidas lleva al frente del equipo vallisoletano y las tres últimas ha sido quinto en la Liga Asobal, inmediatamente detrás de los más poderosos económicamente, que se nutren de las estrellas, mientras él ha ido formando un buen equipo con mucha paciencia y jugadores jóvenes. Pastor debutó en la Liga Asobal en la temporada 1995-96, a los 27 años, con el BM Valladolid, tras recoger la batuta del actual técnico del Ademar León, Manuel Cadenas, con el que fue segundo durante año y medio. A los 15 años comenzó a jugar al balonmano en el Colegio San Viator de Valladolid, cantera de buenos jugadores, como portero, pero como no destacó en esta faceta, se convirtió en entrenador para ir asimilando experiencia y las enseñanzas de técnicos más veteranos. Juan Carlos Pastor ha visto hoy como dos de sus mejores jugadores, David Davis y Julio Fis, han jugado su último partido con la camiseta morada, ya que ambos se van al Ciudad Real, pero el técnico ya ha planificado la próxima campaña para que el equipo no se resienta y siga viviendo de su trabajo y de su sensatez. «Hemos merecido ganar esta final» Juan Carlos Pastor, entrenador del Valladolid, no pudo ocultar su euforia tras la conquista de la Copa del Rey, en un encuentro que el también seleccionador nacional aseguró que su equipo «mereció ganar». «Si ya era un éxito estar en la final, o quedar entre los cuatro primeros, imagínate si ganas, porque hemos merecido ganar», señaló Pastor, que culmina un espectacular año en el que también llevó a España al triunfo en el Mundial El preparador vallisoletano aseguró que la clave de la victoria estuvo en la solidez defensiva que mostró el conjunto castellano, ya que como reconoció sus pupilos «estuvieron peor» que en las semifinales ante el Ciudad Real. «Creo que la victoria la cimentamos en defensa y, sobre todo, en nuestra capacidad para no irnos del partido con tanta exclusión como ha habido» añadió el entrenador. Pastor, visiblemente emocionado, dedicó el triunfo, el primero en la Copa del Rey del Valladolid, a todos aquellos que le han apoyado en los «momentos difíciles» y en especial, a los numerosos aficionados «pucelanos» que se desplazaron a Pontevedra.

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