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Alonso se adueña del mundial

Fernando Alonso (Renault) logra su cuarto gran premio de la temporada al perder Kimi Raikkonen (McLaren) una rueda delantera en el final de la carrera en Nürburgring Alonso: «Presioné a Raik

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Sergio Álvarez - nürburg
León

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El español Fernando Alonso (Renault), líder del Mundial, ganó el Gran Premio de Europa, séptima prueba puntuable, disputada en el Nürburgring alemán y resuelta a su favor en la vuelta final, en la que el hasta entonces líder, el finlandés Kimi Raikkonen (McLaren Mercedes), perdió la rueda delantera derecha. Alonso, que comenzó la carrera desde la sexta plaza, sacó provecho de los problemas que acosaron a Raikkonen durante las últimas vueltas. El español fue acercándose poco a poco a su rival hasta que todo el conjunto que sujeta dicha rueda, muy maltrecho por los movimientos continuos que lo castigaban, saltó por los aires. Raikkonen, ganador de las dos últimas carreras (España y San Marino), acabó contra el muro (fue undécimo en la clasificación final), mientras que Alonso se limitó a sortear las últimas curvas para llegar victorioso a la meta por delante del autor de la pole position, el alemán Nick Heidfeld (Williams BMW), y el brasileño Rubens Barrichello (Ferrari), que le acompañaron en el podio. El británico David Coulthard (Red Bull Racing) acabó cuarto, el alemán Michael Schumacher (Ferrari), quinto, y el italiano Giancarlo Fisichella (Renault), sexto tras empezar desde la calle de boxes al no poder arrancar en el primer intento de arrancada. La zona de puntos la completaron el colombiano Juan Pablo Montoya (McLaren-Mercedes) y el italiano Jarno Trulli (Toyota). Esta es la cuarta victoria de la temporada para Fernando Alonso, tras las obtenidas en Malasia, Bahrein y San Marino, y la quinta de su carrera deportiva (Hungría 2003). Tras este triunfo, Alonso lidera aun con más margen el Mundial de pilotos. El ovetense cuenta ahora con 59 puntos, 32 más que Raikkonen y el italiano Jarno Trulli (Toyota), que hoy arañó el punto que la otorgó la octava plaza. Heidfeld tiene 25 y Webber 18. Las ruedas han vuelto a ser las protagonistas de un gran premio. Si hace justo una semana la degradación de los neumáticos traseros del R25 apartaron a Alonso por primera vez del podio esta temporada, hoy han sido sus grandes aliados. No sólo los que lleva su bólido,que han aguantado a la perfección, sino también los de Raikkonen, especialmente el delantero derecho, al que Alonso debería buscar un lugar de privilegio en su vitrina de trofeos. La séptima carrera del año arrancó con una 'montonera' en la primera vuelta que estuvo a punto de dejarle incluso a él fuera de combate, cuando fue golpeado por detrás por el alemán Ralf Schumacher (Toyota). En ese primer giro, además, Montoya golpeó al australiano Mark Webber (Williams BMW), tercero en la parrilla y que acabó fuera de combate. Ajeno a los problemas de los demás, Raikkonen, que en la arrancada rebasó a Heidfeld, comenzó rápidamente a marcharse en solitario hacia la que parecía que iba a ser su aplastante tercera victoria consecutiva del certamen. Tras ellos, y después de sacar tajada del incidente, se situó sorprendentemente Coulthard. A la estela de éste se colocó Alonso. Raikkonen tenía controlada la situación y Alonso tardó poco en alcanzar la segunda plaza, tras rebasar a un Heidfeld que tuvo que entrar pronto a repostar, lo que dejaba claro que en la clasificatoria del sábado, en la que logró su primera 'pole', había salido con el depósito muy ligero. El finlandés se encaminaba hacia su tercer triunfo consecutivo, que parecía incluso más seguro después de que Alonso, en una primera intentona por acercarse a él, cometiera un par de errores que pudieron costarle caros, sobre todo en una salida de pista en la horquilla 'Dunlop' que pudo resolver con habilidad. Pero el neumático delantero derecho de Raikkonen empezó a dar síntomas de enfermedad. Comenzó con unas ligeras vibraciones, que metro a metro se hacían más intensas, hasta que el monoplaza del finlandés empezaba a ser ingobernable. Alonso, informado de los problemas de su rival, forzó aun más el ritmo para tratar de darle alcance. Poco a poco iba recortando la distancia que le separaba de Raikkonen, hasta que a falta de tres vueltas comenzó a tenerlo a tiro. Cuando parecía que a Alonso le iba a faltar la vuelta que se recortó a la carrera (de 60 a 59) debido al incidente de su compañero Fisichella en la parrilla en el primer intento de arrancada, llegó la catástrofe de Raikkonen y el mayor golpe de suerte que el español ha vivido en la Fórmula Uno. Alonso recibió el trofeo de campeón con la mayor sonrisa de la temporada. Sus anteriores tres victorias fueron autoritarias, pero ésta es la que más contento le deja, porque ha llegado en la vuelta final y en un dramático desenlace que tanto él como Raikkonen, por distintos motivos, tardarán mucho tiempo en olvidar.

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