Sin prisas pero sin pausa
ENTRAMOS EN EL tiempo decisivo para poder caminar con paso recto, firme, seguro por el intrincado camino de la temporada próxima. Tiempo para completar nuevos proyectos, tiempo para la formación de plantillas, con más o menos retoques, tiempo para cimentar las bases que, aspiramos y queremos, sean sólidas, suficientemente sólidas para convertir en tangible realidad los objetivos deseados. Tiempo de trabajo para técnicos y directivos, tiempo de descanso para otros. Y el acierto como premisa indispensable en todos y cada uno de los proyectos. Objetivos, planes para lograrlos y el presupuesto suficiente para hacerlo todo carne de feliz realidad. Tarea ardua, nada fácil teniendo en cuenta que una de las premisas esenciales es don Dinero (presupuestos) y de éstos no andan precisamente boyantes Ademar, Cultural y Baloncesto León. Tal vez ahora, cuando las aguas van volviendo a su cauce, sea el momento de dar las notas del curso pasado. Por supuesto son mis notas, y en manera alguna tengo la pretensión de que sean acogidas con el mayor consenso; porque cada cual tiene su opinión y para mí todas las opiniones son dignas de estima. Comencemos por el triunfador de la temporada, con Ademar, que con su título de la Recopa y la tercera plaza en la Liga, amén de otras actuaciones muy meritorias aunque no llegaran al fin propuesto, merece la nota de sobresaliente, una nota avalada por la carta de invitación recibida de la EHF para tomar parte en la máxima competición europea -Copa de Europa-, rango superior que bien vale, al menos en principio, dejar la plaza de la Recopa ganada por derecho de conquista. Si el máximo organismo europeo del Balonmano ha rubricado la nota máxima, no me voy a extender en enunciar los méritos por la que ha sido concedida. Esa invitación supone un reto añadido al que afrontarán el equipo, los técnicos y los directivos. Como ya han superado muchos, en tiempos y circunstancias difíciles, concedo un plus al crédito que se han ganado ya por su buen hacer en temporadas anteriores. Baloncesto León por quinta vez «caído» en los «malditos» playofss de ascenso, tiene en mi apreciación, la nota de Bueno -que es nota a Carballo entre el aprobado y el notable. Fatalidad, mala suerte, tropiezo inesperado en el primer partido de la eliminatoria decisiva ante el Menorca. Aquellos dos tiros libres fallados, con el reloj a cero y el marcador señalando un pírrico 71 a 70 para los isleños, fueron decisivos. Curiosamente en tiempo cero, se fraguó la decepción de no acceder a la ACB, en el que era quinto intento por lograr el regreso. Tiempo de trabajo intenso, presidido por la serenidad -foco excelente para acrecentar la visión. Reto difícil, nuevamente planteado, al que los responsables del equipo tienen que hacer frente eligiendo -ojalá así sea- el buen camino que lleva al ascenso. Viejo y nuevo reto. Objetivo, planea, presupuesto, todo ello pensado, medido, planificado para que el éxito culmina la obra. La Cultural¿ ¡Ay la Cultural!. Como me duele tener que darla nota de suspenso y aquella cartulina ocre tan indeseada en mi época de escolar. Pero los resultados son los que han sido y la nota es la que se ajusta a ellos. Aquí la renovación se impone. Parece ser que son, o serán, muchos los que se van y pocos los jugadores que se quedan. Nunca como en su caso, en sus circunstancias, la tarea será amplia, el tiempo brava y la necesidad de acierto total. Como los anteriores la pauta a seguir estará basada en las tres premisas: objetivo, planes -que es programa para conseguir el objetivo- y presupuesto, elemento esencial de la trilogía. Un objetivo irrenunciable, el ascenso; un programa que, para llegar a él, tiene que ser ambicioso; y un presupuesto que sobre ser, menor o igual -el rumor indica que serán menor- tiene que ser aprovechado sacando el ciento por uno. Reto difícil, al filo de lo imposible, pero también al filo de lo posible¿