Pekín, Atenas, Sídney y Atlanta no partían tampoco como favoritas

Las candidaturas de Pekín 2008, Atenas 2004, Sídney 2000 y Atlanta 96 fueron designadas para albergar los Juegos Olímpicos pese a que ninguna de ellas partía como clara favorita, según reflejaban los informes elaborados por las diferentes Comisiones de Evaluación del COI. De las conclusiones del documento presentado por el máximo organismo olímpico se desprende que París cuenta con mayor beneplácito para acoger los Juegos de 2012, los calificativos hacia Madrid y Londres son menos entusiastas, mientras que las opciones de Nueva York y Moscú parecen diluirse. Sin embargo, la historia más reciente demuestra que los informes de los evaluadores no son decisivos en la elección final. A principios de septiembre de 1990, en vísperas de la elección, en Tokio, de la sede de los Juegos de 1996, las autoridades atenienses no ocultaban sus enormes expectativas.Estaban convencidos de que su elección estaba totalmente asegurada. En aquellos momentos, el sentimentalismo que representaba la capital griega, que ansiaba festejar el centenario de la restauración de los Juegos llevado a cabo por el Barón Pierre de Coubertin, precisamente en Atenas. Melbourne, Atlanta y Manchester habían presentado también unos atractivos proyectos. El 18 de septiembre, 51 votos dieron el triunfo a Atlanta, que se presentaba por primera vez. Atenas se quedó con 35 apoyos, tras mantener sus opciones intactas durante las dos primeras rondas de votación. En la quinta, sus ilusiones se desvanecieron y el mazazo para los griegos fue enorme. Berlín, Manchester, Brasil, Estambul, Pekín y Sídney esperaban con ansiedad el 12 de julio de 1993, pero fue para Sídney.