El Promesas fracasa de nuevo en su intento por subir a Segunda B Una nueva decepción en un club acostumbrado a ganar

El Club de Fútbol Promesas Ponferrada ha resultado eliminado en su intento por conseguir el ascenso a Segunda División B, después del empate registrado ayer en su propio campo ante el Ciempozuelos. Las cosas no empezaron mal porque Alberto adelantó a los locales pasada la media hora después de un buen servicio de Davinchi. Con ese tanto, el Promesas igualaba la eliminatoria y soñaba con darle la vuelta porque restaban muchos minutos. Pero no contaban con la actuación arbitral, muy censurada por parte de todos los componentes del equipo local. La expulsión de Ministro, clave Fernando Ministro había visto una tarjeta amarilla en los primeros compases del partido y cuando sólo restaban cuatro para el descanso, el central hizo una falta que a juicio del colegiado merecía una segunda tarjeta que terminó con el ex jugador de la Ponferradina en los vestuarios antes de tiempo. A partir de ahí, el Promesas vio recortadas sus posibilidades de seguir con la remontada que había iniciado Alberto. A todo ello se unió el hecho de que Rupi se resintiera de los problemas físicos que lleva arrastrando en el pubis desde hace varios meses, teniendo que ser reemplazado por Gil Vidal cuando restaba un cuarto de hora para la conclusión del partido. Llevados por la veteranía de Luis Cembranos, los jugadores de Manolo Tomé seguían intentando buscar la portería de Yuste, pero el Ciempozuelos se defendía con orden y cerraba todos los caminos hacia su guardameta. Pese a todo, a los madrileños todavía no les servía ese marcador porque la eliminatoria estaba igualada y por eso tenía que buscar un gol para asestar un golpe mortal a su rival, que debería anotar dos más, atendiendo al valor adicional de los goles conseguidos fuera de casa. Cierto es que el Promesas creó alguna ocasión más o menos clara, como la que desperdició Carlos Alonso cuando lo más fácil parecía anotar frente al portal madrileño. También el cuadro de Lema dispuso de oportunidades para batir a un Manu que se estaba mostrando bastante sobrio durante todo el partido. Muy móvil el delantero José Mari había dado muestras de peligro, igual que Lozano, cuya experiencia estaba dando quebraderos de cabeza a los defensores del cuadro ponferradino. El caso es que el marcador no se movía antes del descanso pese a las buenas ocasiones de que gozaron ambos equipos y los protagonistas se retiraron a los vestuarios con todo por decidir. El público ya estaba indignado con la actuación del colegiado gallego Ferreiro Varela, a cuenta de la expulsión de Ministro, pero también hubo una jugada discutida dentro del área local, en un encontronazo entre Manu y José Mari que los madrileños reclamaron como penalti, una petición que el trencilla no atendió. El empate enciende al público Después del mosqueo que tenía el respetable por la expulsión de Ministro, en la segunda parte llegó la acción que terminó por enervar a la afición del Promesas. Cuando faltaba un cuarto de hora para el final, se produce un centro de Alonso desde la derecha y Sigüenza controla dentro del área. El delantero madrileño se revuelve y cae al suelo entre dos defensores cerca del punto de penalti, sorprendiendo la decisión del colegiado de señalar libre indirecto dentro del área del Promesas. Desde allí, José Mari toca en corto sobre Iván Polo que salva la barrera situada en la línea de gol y consigue el tanto del empate que ya ponía muy cuesta arriba la eliminatoria para los locales. En inferioridad numérica, Tomé mandó a Pablo y Fernando arriba a la desesperada, pero los intentos por hacer un gol no prosperaron y el Promesas necesitaba dos más para superar al Ciempozuelos. El cuadro visitante aguantó bien e incluso pudo decantar el encuentro a su favor porque el Promesas dejó atrás sólo a Sergio y Aláez, asumiendo riesgos como es lógico porque ya estaban eliminados. Al final, el campo de Fuentesnuevas quedó sumido en una profunda decepción por segunda vez, ya que en el primer intento por subir a Segunda B también se fracasó en casa ante el Fuenlabrada, que terminaría ascendiendo, si bien entonces se disputada una liguilla.