EL ADIÓS FINAL MOTOCICLISMO MUNDIAL 2006 ATLETISMO MONTAÑISMO
Tyson llegó a su ocaso Tercera derrota acumulada en las últimas cuatro peleas Suzuka se vuelve a cobrar la vida de otro pilotoAlemaniaseplantea prohibir fumar en los estadios Soldados británicos corren un maratón solidario en Bosnia Un herido muy grave al
LA LEYENDA de Mike Tyson, el púgil que desde que llegó al mundo del boxeo causó sensación en todos los aspectos, pudo haber alcanzado su final después de ser humillado por un modesto púgil irlandés llamado Kevin McBride. El propio Tyson, de 38 años, fue el que con la sinceridad que siempre ha tenido en todas sus acciones, tanto buenas como malas, admitió que ya no tenía «estómago» para seguir boxeando. McBride puede haber pasado a la historia por ser el último púgil que peleo contra «Iron» Mike y al que obligó a retirarse después de finalizar el sexto asalto del combate programado a 10 y ante la frustración de cerca de 16.000 aficionados que llegaron al MCI Center con la esperanza de ver resurgir al boxeador que durante más de una década fue el «terror» en el cuadrilátero. Antes del desenlace, el ex campeón golpeó deliberadamente con la cabeza a McBride, como una reacción instintiva de impotencia de ver como el triunfo que buscaba era imposible de conseguir. «No puedo soportar más esto», dijo Tyson. «Lo más probable es que no pelee jamás. No voy a faltarle al respeto a este deporte, perdiendo contra boxeadores de este calibre». El ex campeón del mundo a partir del quinto asalto se había quedado a merced de los golpes y mejor boxeo de McBride, que comprobó que Tyson no tenía ningún tipo de energía y se fue a la lona con un simple empujón que le dio el púgil irlandés. La imagen de un Tyson sentado, con su cabeza metida entre la primera y la segunda cuerda, fue patética, para luego tardar varios segundos en reaccionar y poder incorporarse con el convencimiento que había llegado el final. Tyson caminó lento hacia su esquina, se sentó y cuando el árbitro de la pelea, Joe Cortez, lo fue a ver para revisarlo, los preparadores del ex campeón del mundo le dijeron que todo había concluido, no iba a salir para el séptimo asalto. «Pude haber continuado, pero pensé que me estaban dando una paliza», reconoció Tyson. «No creo que vaya a continuar en esto». Tyson ganaba por 57-55 en las anotaciones de dos jueces, y estaba atrás por el mismo margen en la del tercero. Pero el rumbo de la pelea había cambiado. McBride había tomado el control de la pelea y todo hacía indicar que a medida que avanzasen los asaltos el grado de castigo y paliza para Tyson hubiese sido brutal y sin sentido. Tyson, de 38 años, que era favorito por amplio margen sobre McBride, un boxeador desconocido entre los mejores pesos pesados, ganó bien los primeros asaltos, pero conforme avanzó la pelea, el púgil irlandés logró los mejores golpes. La desesperación comenzó a hacer acto de presencia en Tyson y como le sucedió en la pelea anterior frente a Danny Williams, su obsesión por tratar de noquear desesperadamente al rival le costó perder las pocas fuerzas que le quedaban. Nada le sirvió ni impidió que al final le llegase la derrota y con ella lo que puede ser el triste final para una carrera que le ofreció la posibilidad de haber sido uno de los más grandes de todos los tiempos. Irónicamente, antes de la pelea, Tyson recibió en el vestuario al legendario Muhammad Alí, que asistió a la velada para ver a su hija Laila, proclamarse campeona del mundo. Los consejos de uno de los más grandes de todos los tiempos, para muchos el mejor, ni su presencia pudo ayudar a la condición física y mental de Tyson, un ex campeón que la última vez que ganó a un verdadero peso pesado fue al canadiense Razor Ruddock y de eso hace 14 años. Tampoco la necesidad vital de conseguir el triunfo para llevarse los 6 millones de dólares de bolsa y tener garantizados otras dos peleas más por no menos de 30 millones, fueron suficientes motivación que le ayudasen a conseguir el triunfo. Tyson no sólo había perdido la pelea sino también la última posibilidad de pagar las deuda millonaria. La derrota le deja con una marca de 50-6, cuatro derrotas y un nulo. Tras una carrera llena de triunfos destacados, derrotas estrepitosas y escándalos terribles, Tyson parece haber tocado fondo tras su derrota ante McBride y el mismo admitió que no tiene nada más que hacer dentro del mundo del boxeo activo. El piloto japonés Keisuke Sato murió ayer en un accidente ocurrido durante una sesión de entrenamientos clasificatorios para la carrera de 200 kilómetros de Suzuka. El piloto, de 24 años, perdió el control de su moto cuando evitaba pasar por una mancha de gasolina que había debido a un accidente sufrido anteriormente. Otro piloto japonés falleció hace dos años en Suzuka, en un accidente durante el Premio de Japón. | efe Algunos políticos alemanes se pronunciaron ayer a favor de la prohibición de fumar en todos los estadios donde se disputarán los partidos del Mundial de fútbol de Alemania 2006. «Se debería prohibir el alcohol y los cigarrillos en los recintos de los estadios, incluso en las partes destinadas a las personalidades», estimó el presidente de la Comisión de Salud de la Bundestag, Klaus Kirschner, en el periódico Bild. | efe Soldados británicos de la Unión Europea corrieron ayer un maratón de caridad, con un total de 210 kilómetros, para recaudar dinero y destinarlo a la ayuda de cuidados pedriáticos en la zona de Bosnia. Los soldados hicieron la carrera desde el noreste de Bosnia, en el pueblo de Banja Luka, hasta la capital, completaron en series de medio maratón de 21 kilómetros, aproximadamente, el recorrido total. | efe Un montañero resultó herido muy grave, con politraumatismos en todo el cuerpo, tras sufrir una caída por un nevero cuando descendía el Pico Balaitous, en el Pirineo aragonés. Las tareas de evacuación del montañero de 30 años finalizaron a las 22.00 horas del sábado. El accidente se produjo en Sallent de Gállego. El montañero fue evacuado al Hospital de Huesca. | efe