La NBA no puede frenar el conflicto y la huelga parece inevitable por las posturas de jugadores y propietarios
La NBA vive en la incertidumbre. No sólo por la serie final que disputa San Antonio Spurs y Detroit Pistons, con claro dominio tejano, sino por el miedo a un nuevo cierre patronal de la mejor liga del mundo. El terror a que se repita la misma situación de hace seis años, cuando sólo se jugaron 50 partidos y los play-offs (sin All-Star), es patente en los dirigentes de la NBA. Los propietarios y los jugadores están muy distanciados en sus posiciones, aunque en el trasfondo de todo está la bajada de ingresos que sufre la Liga. El baloncesto ya no es tan rentable. Los multimillonarios propietarios de las 30 franquicias están viendo que los contratos de televisión ya no son tan jugosos como hace unos años y que las ventas de mercadotecnia han caído. Lo único que se mantiene y que incluso sube son las entradas, pero no son suficientes para mantener el nivel de sueldos establecidos en la NBA. En la otra acera, la de los jugadores, tampoco las cosas marchan como debieran, ya que cada vez los nuevos talentos son menos técnicos y más físicos. Esto provoca que el nivel de calidad haya bajado considerablemente, al igual que los porcentajes de tiro. Por no hablar del 'draft', donde es muy difícil hallar un hombre que sobresalga de la media. Para evitar este descenso en el juego, los equipos quieren establecer un tope de edad para la entrada a la Liga de 20 años, aunque ahora han aceptado rebajarlo a 19. El objetivo de esta iniciativa es evitar pagar millonadas por baloncestistas que son estrellas en el instituto y que al dar el salto profesional no acaban de romper. Aquí comienzan las fricciones entre las dos partes. Además, los propietarios propusieron un cambio en la modalidad de contratación para abaratar costes. Por otra parte, la NBA y la Euroliga han cerrado un acuerdo de dos años para que cuatro equipos de la liga estadounidense disputen torneos de pretemporada en Europa en octubre de 2006 y 2007, lo que permitirá presenciar a los conjuntos en cinco ciudades europeas.