La FIA culpa de dos acusaciones a los equipos pero aplaza la sanción

Seis de las escuderías de Fórmula Uno que corren con neumáticos Michelin, entre ellas Renault, anunciaron ayer su intención de apelar la decisión de la Federación Internacional de Automovilismo (FIA) de considerarles culpables por no haber disputado en Gran Premio de Estados Unidos el pasado día 19. Los equipos, todos los inculpados menos el Red Bull-Cosworth, se consideran «decepcionados» por la decisión de la FIA, que les ha considerado culpables de dos de las acusaciones e inocentes de otras tres. El Consejo Mundial de la FIA, reunido ayer en París, consideró a las siete escuderías culpables de no haber permitido a sus monoplazas tomar la salida en el Gran Premio y de no haberse asegurado de tener los neumáticos convenientes para la carrera. La máxima instancia del deporte del automóvil tomará una decisión sobre eventuales sanciones en su reunión del próximo 14 de septiembre. En un comunicado emitido ayer, las escuderías BAR Honda, BMW Williams, Renault, Sauber Petronas, McLaren Mercedes y Toyota contestan las dos acusaciones vertidas por la FIA. La FIA absolvió a los equipos por haberse negado a tomar la salida utilizando una limitación de velocidad en la curva peligrosa, que según las escuderías fue la única solución que propusieron. «Los equipos no pueden comprender como pueden ser declarados culpables en referencia a otra solución propuesta, que no formaba parte de las acusaciones pronunciadas contra ellos, que no fue sugerida por la FIA en Indianápolis», señalan los seis equipos. Sobre la acusación de no proveerse de los neumáticos adecuados, los seis equipos aseguran que ésa era una tarea de Michelin, «un suministrador de neumáticos reconocido por la FIA, un fabricante muy reputado en el mundo». «Como ha reconocido Michelín, ellos eran responsables de suministrar los neumáticos adaptados a la carrera», recuerdan los equipos. Las seis escuderías afirman haber declarado ante el Consejo Mundial de la FIA que habría sido «irresponsable» disputar la carrera después de que Michelín les indicara que hacerlo podría ser peligroso. «Diecinueve de los pilotos de la Fórmula Uno expresaron su acuerdo con la decisión tomada por los equipos», señalan. Entre los solidarios figuran los españoles Fernando Alonso y Pedro Martínez de la Rosa, el colombiano Juan Pablo Montoya y el finlandés Kimi Raikkonen. Las escuderías «lamentan mucho que el público estadounidense no pudiera asistir a una carrera con los diez equipos de la Fórmula Uno», al tiempo que «agradece a los numerosos aficionados que han mostrado su apoyo a la decisión tomada por los equipos».