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Leblanc amenazó con expulsar a Armstrong por no vestirse de líder

El americano consideraba que le correspondía a Zabriskie; la etapa la ganó McEwen

Armstrong tuvo que cambiarse el maillot en el tramo neutralizado

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Benito Urraburu - enviado especial | montargis
León

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Chambord, de donde partió la etapa, es un de esos enclaves de cuento, en los que se respira paz, tranquilidad, rota este miércoles por la irrupción del Tour de Francia. No tuvo nada que ver con esa llegada estruendosa, con un pelotón lanzado a una media de 48,584 kilómetros por hora, en la que acabó ganando Robbie McEwen. Chambord es el parque forestal más grande de Europa, tiene una comunidad de 204 habitantes y está rodeado de un muro de 32 kilómetros. Su castillo, que data de 1519, es el más grande de los la región del Loira, donde hay unos cuantos. En un enclave paradisíaco, Lance Armstrong pudo terminar su Tour de Francia fuera de la carretera. El líder al finalizar la etapa de Blois decidió, después de ver las imágenes en televisión por la noche, que no merecía llevar ese maillot amarillo. De hecho fue a firmar con el maillot de su equipo, el Discovery Channel, y también tomó la salida neutralizada con él. El jurado internacional del Tour y Jean Marie Leblanc, director adjunto, le dijeron que era mejor que saliese de amarillo: «Me dijeron que o me ponía el maillot o no tomaba la salida. No me quedó otro remedio que llevarlo». Antes de salir, Armstrong explicó que es Zabriskie quien merecía llevarlo. «Sin esa caída hubiese seguido de líder. No es la primera vez que ha sucedido esto en el Tour y no parece justo que se haya quedado sin él». En esta carrera, esos gestos tuvieron en su tiempo una aceptación importante, en la época romántica, cuando el ciclismo se convertía en algo épico diariamente. Hoy en día, ni siquiera se lo han respetado a Lance Armstrong, que ha ganado seis Tours. El caso más llamativo con un maillot amarillo caído se produjo en 1971, cuando Luis Ocaña, que llevaba más de veinte minutos de ventaja en la general a Eddy Merckx se lanzó a tumba abierta bajando el puerto de Mente para neutralizar un ataque del belga. Se caería en una curva y no se levantaría. Iría directamente al hospital. Eddy Merckx se negó a ponerse el amarillo al día siguiente. El Tour de Francia le dio permiso para hacerlo. Nadie sabe que es lo que pudo pasar por la cabeza de Ocaña para lanzarse de forma suicida a por Eddy Merckx, salvo su orgullo deportivo. Hubo otros casos parecidos, que no iguales. En 1991, en Valencienes, el sueco Rolf Sorensen erá el líder. Se cayó en una rotonda, cerca de la meta, a la que llegó con la clavícula rota. Al día siguiente no pudo tomar la salida y Thierry Marie salió como líder. En 1983, Pascal Simon corrió varios días con una fractura del omóplato, hasta que se vio obligado a abandonar al término de una etapa. Laurent Fignon saldría al día siguiente de líder. David Zabriskie se cayó, perdió el amarillo, entró en la meta y sigue en carrera. Lo que le costará es volver a ponerse de amarillo en este Tour. Ni él mismo sabe porque se cayó. Armstrong quiso, pero no le dejaron, que el maillot amarillo que le pusieron en Blois lo portase Zabrisklie o no lo llevase nadie. Le dejaron muy claro que la carrera está por encima de él, aunque lleve ganados seis Tours. El Tour seguirá corriéndose cuando Armstrong lo deje. En cuanto a la etapa, se cumplió el guión previsto. Hubo una escapada que no llegó a la meta y se produjo un esprint en el que no ganó Boonen. Un corredor regular Robbie McEwen, que fue descalificado en la etapa que finalizó en Tours por comportamiento irregular con su compatriota Stuart O'Grady, consiguió doblegar a Tom Boonen, que le había derrotado en dos ocasiones en este Tour de Francia. En Montargis, Boonen lanzó el sprint muy rápido, a falta de 300 metros para la llegada, dejando que le cogiesen rueda y McEwen, que a sus 33 años es todo un veterano, se encontró con un lanzador inesperado. Tuvo fuerza McEwen, que mide 1,76 y pesa 70 kilos, para superar a un corredor mucho más potente que él en los últimos 25 metros. Le saca 10 kilos de ventaja. La llegada le iba estupendamente al australiano puesto que tenía un par de curvas peligrosas, lo que le hizo precipitarse a Boonen. Cuando más complicada es la parte final, mejor para McEwen que ha llegado al Tour después de sumar tres victorias en el Giro. Además de su longevidad deportiva, McEwen es un ciclista que cubre muy bien la primera parte de la temporada. En enero se proclamó campeón de Australia de fondo en carretera y en julio sigue ganando. Decíamos que Boonen iba a marcar una época en el Tour, que la marcará, lo mismo que en las clásicas puesto que es muy joven, sobre todo si no está Alessandro Petacchi, pero también es verdad que los errores en esta carrera se pagan y más en los metros finales. Flecha, protagonista El otro protagonista del día fue el catalán José Antonio Flecha. Primero atacó en solitario y llegó tener hasta cinco minutos de ventaja. Luego se dejó coger por Bodrogi, Commesso y Carlström. El Discovery Channel trabajó durante muchos kilómetros antes de que lo hiciesen los equipos con sprinters. Al final, como siempre, llegada en grupo. Armstrong y su equipo no consideran oportuno dejar que llegue ninguna escapada.