León hace escuela en el Bierzo
Más de medio centenar de jóvenes participan un nuevo año en un campus que busca fomentar las relaciones interpersonales a la vez que practican su deporte favorito en Vega de Espinareda
Un año más el campus del Baloncesto León se ha trasladado al Bierzo. Desde el pasado sábado 9 y hasta este próximo 16 se lleva a cabo en la comarca. Este año el equipo capitalino ha buscado la tranquilidad del Monasterio de San Andrés en la localidad de Vega de Espinareda, después de que el año anterior se llevase a cabo en El Toralín. El motivo del cambio fue el alojamiento. La Escuela Hogar, habitual sitio de residencia de los integrantes del campus, se convirtió en un colegio, y no pudieron instalarse allí. Son niños y niñas de edades comprendidas entre los ocho y los diecisiete años los que disfrutan de una semana de deporte y ocio y también fomentan la amistad con otros compañeros. Al frente de la expedición Diego Cuesta. «Desarrollamos un campus en lo que buscamos es el aspecto recreativo para los niños. Tampoco tiene una finalidad deportiva estricta. Simplemente es para que la gente a la que le apetezca practicas baloncesto venga aquí y se divierta. Hoy en día los jóvenes están muy informatizados, pero se devalúan las relaciones sociales. Con estos campus buscamos que conozcan al club como entidad, fomentar esas relaciones entre ellos y la práctica deportiva entre los chavales». En este tipo de campus se fomenta el baloncesto de manera que hay varios jugadores que han llegado a jugar en ligas profesionales. En otros campus también se fijan otros objetivos, a lo mejor más centrados en el nivel competitivo. En cuanto al Bierzo Diego Cuesta explicaba porqué el club al que pertenece elige la comarca para desarrollar su campus. «Buena tierra. Nos acoge y trata muy bien y siempre estamos muy a gusto. por eso siempre buscamos venir aquí, porque sabemos que es un sitio muy acogedor en el que vamos a ser muy bien recibidos». En torno al baloncesto se realizan otras actividades lúdico-deportivas. A las ocho y media de la mañana toca levantarse para despertarse bien y asearse. A las nueve es momento del desayuno y luego llega la charla técnica en la que se comenta el programa del día y las cosas que hay que variar y corregir con respecto a las jornadas pasadas, además motivar a los jóvenes si han hecho algo bien. Entre las diez de la mañana y la una del mediodía llegan los entrenamientos. A continuación, momento para la piscina, comida y siesta. A las 17.00 horas más entrenamiento, pero con un caracter más competitivo, lo que se hace más entretenido, ya que se juegan varios partidos. Es reflejar el trabajo matinal en la cancha. Para finalizar el día, piscina, cena y de nuevo baloncesto, pero ya más distendido; menos dirigido. El número de participantes es 55 a los que hay que sumarle los quince monitores que se encargan de que todo vaya sobre ruedas. Gente de León, del Bierzo, Asturias, Cantabria o Valencia. El pasado lunes acudió al campus el jugador Rubén Méndez, «Bubi» y los responsables tratarán de lograr que algún otro integrante del club acuda al encuentro con los jóvenes de aquí al sábado; bien Martín, Aranzana o Bernabé. También estaba en la idea que pudiese estar Saúl, pero se encuentra con la selección sub-20. La circunstancia de que acudan jugadores es lo que más motiva a los jóvenes. A los pequeño les motiva más, mientras que los mayores intentan aprender del jugador de lo que hace. Uno de los colaboradores es Álex González. El ex jugador del Baloncesto León, en la actualidad en las filas de La Laguna canario, disfruta en el campus ayudando, a pesar de tener que sacrificar parte de sus vacaciones. «Tengo ilusión de que la gente lo pase bien y poder aportar lo más posible como jugador de León que he sido». En cuanto al equipo de la LEB, Álex cree que el equipo leonés luchará por el ascenso, aunque considera que ya tuvo que haberlo logrado en la última campaña.