Pereiro logra por fin su etapa tras buscarla por más de medio Tour

«He callado muchas bocas con esta victoria. Lo de Hincapie el domingo fue un malentendido. Es un corredor de muchísimo nivel». Las palabras del segundo ganador español de una etapa en este Tour, el gallego Óscar Pereiro, mitigaban algunas críticas y le daban a Phonak su primer triunfo en sus dos participaciones en el Tour. Pereiro ha sido también el primer corredor gallego en ganar una etapa en toda la historia de la ronda gala. No ha querido esperar mucho tiempo para resarcirse de una victoria que consideraba suya, la del domingo y 72 horas después utilizó una táctica parecida a la de Hincapie el domingo. La mayor parte del trabajo en el cuarteto que se jugó la etapa, Evans, Mazzoleni, Xabier Zandio y Pereiro la realizó el corredor australiano del Davitamón, Evans, que quería meterse entre los diez primeros de la general. Lo consiguió. Pereiro ha ganado en su segunda participación en el Tour. En la primera, el año pasado, acabó décimo en la general. Otro corredor destacado ha sido Xabier Zandio, segundo. El ciclista de Illes Balears es un corredor para el Tour y eso no es fácil decirlo de muchos. El pontevedrés de Mos hizo de todo, incluso exhibiciones de trialsin en las discotecas. Compaginó durante sus años como corredor aficionado la ruta, el mountainbike y el ciclocross. En 1955 llegó a ser campeón gallego de las tres disciplinas, aunque donde empezó a destacar fue en el ciclocross: campeón de España sub23 en 1998 y 1999. Se decidió por la carretera por el valenciano Paco Plá, varias veces campeón de ciclocross, y el médico de la selección, Iñaki Iñigo. Una persona importante en su carrera fue Álvaro Pino. Las puertas de los equipos españoles las tenía cerradas. Pino ya no estaba en Kelme. Se había ido a Phonak y Pereiro tuvo que emigrar a Portugal. Estuvo dos años en el Porta Ravesa. En el 2001 recibió una llamada de Pino, que ya estaba asentado en la formación suiza . «Óscar, te puedo hacer un hueco en Phonak». Dice que Pereiro paró el coche, se echó a llorar y se abrazó a quien hoy es su mujer. Sólo Pino apreció sus condiciones. Cuando le escogieron como cabeza de turco de todos los problemas de Phonak, uno de los pocos que levantó la voz fue Pereiro. No le sentó bien su marcha. A los 27 años va haciendo cosas importantes. En su primer Giro fue undécimo. Ganó la etapa reina de la Vuelta a Suiza en 2003 y la clásica de los Alpes en 2004. «Llegué al Tour pensando en la general, pero vi que había gente con calculadora para ver que puesto podía hacer entre los diez primeros. Hablé con el equipo, me dieron libertad y me he dedicado a buscar victorias de etapa». Mancebo sufrió No se equivocaron; ni Óscar, ni su equipo. «He atacado en el Aubisque porque los que iban delante llevaban 5 minutos. Sabía que de salida no me iban a dejar escapar por la clasificación de la montaña. Si pasaba primero por el Marie Blanque podía ser un buen día». Y pasó por ese puerto en cabeza, junto al italiano Mazzoleni. El australiano Cadel Evans coronaba primero, con Pereiro a 47 segundos. Se juntarían los dos, las diferencias crecerían y en el Aubisque, en el grupo de Lance Armstrong, Vinokourov atacaría. El maillot amarillo controlaría ese ataque y el posterior de Ullrich. Basso, Rasmusen, todos los hombres que ocupan los primeros lugares de le general, estaban juntos. Mancebo perdía 20 segundos, que recuperó en la bajada: «He pasado un momento malo. Me suele pasar después de un día de descanso. Ha habido ataques, pero ninguno consistente, con más corazón que cabeza», dijo el abulense. Serrano se metió en un segundo grupo, en el que también estaba Flecha. La escapada que habían cazado Pereiro y Zandio llegaría a la meta. Tuvo problemas el vencedor con su bicicleta en la bajada del Aubisque: «Llevo una bicicleta especial que no tiene huecos. Se me ha metido una piedra entre el tubular y el cuadro que me bloqueaba la rueda. Me he preocupado un poco, pero se ha solucionado rápido». Durante la escapada pensaba en la prima que iba a conseguir por ganar la etapa, «que me permitirá comprarme un BMW X5». La despedida de los Pirineos ha resultado a lo grande, con el triunfo de Pereiro y el segundo de Zandio.