Marcos Serrano gana en Mende y salva la ronda gala para el Liberty

La pista del pequeño aeropuerto de Mende, a donde finalmente llegó la etapa, era un horno. El Macizo Central es una tierra calurosa en verano, dura, complicada. La etapa no tenía el mismo recorrido en el que hace diez años Laurent Jalabert, un 14 de julio, intentó un imposible frente a Miguel Indurain. El final si era el mismo, con esos tres kilómetros a los que el paso del tiempo nos les ha quitado dureza y que tienen el nombre de «cuesta de Jalabert». El asfalto estaba recalentado, quemaba. Marcos Serrano lograba el triunfo de su vida, a punto de cumplir los 33 años, después de una trayectoria marcada por el trabajo en favor de sus líderes. Ganaba un año después de estar a punto de dejar el ciclismo. Llegó al pasado Tour pletórico de forma, ilusionado, y no le salió nada bien. Pensó seriamente en dejarlo. Atacaba el corredor del Liberty a 2.700 metros de coronar el alto que le conducía a la meta después de 1.500 metros de bajada. Dejaba a Axel Merckx y Cédric Vasseur. Eran los dos últimos corredores que le quedaban a una fuga de diez ciclistas en la que también estaban Xabier Zandio, que terminaría cuarto, y Egoi Martínez, que acabó noveno. Fue inteligente a la hora de plantear su ataque. Primero atacó Axel Merckx, con Thomas Voeckler a su rueda. Serrano, más que atacar, impondría un ritmo fuerte. Le siguió Vasseur, hasta que finalmente se quedó solo. Miraba hacia atrás para ver la diferencia que llevaba a sus rivales. Lo hizo en tres ocasiones. Esta vez no se le escapó esa oportunidad, como le pasó en Pau, en 1999, cuando iba en una escapada con David Etxebarria, su compañero en la Once. David intentó prepararle la llegada. No pudo ser. Puestos en las grandes Estuvo metido Marcos el martes en la escapada de la que salió la victoria de Pereiro. «Pero soy muy malo bajando y me quedé», señaló. «En los últimos metros no pensaba en nada. Me faltaban referencias. No oía lo que me decían desde el coche», añadió. Marcos Serrano le ha dado un triunfo a Manuelo Saiz tres años después de la última victoria lograda por el director cántabro en Francia, en 2002, en la contrarreloj por equipos. Desde entonces, el Tour no les ha resultado demasiado agradable. La etapa tuvo la habitual escapada que después de muchos intentos termina por hacerse todos los días. Serrano es un veterano que logró hacerse un hueco en el mundo profesional en 1993, en el equipo Kelme, gracias al patrocinio de Xacobeo. En ese acuerdo entró el corredor gallego. La mano de Álvaro Pino tuvo mucho que ver en su carrera, en la que hubo un momento en el que parecía destinado a ser el líder de un equipo. Octavo en el Giro, noveno en el Tour, octavo en la Vuelta, su carrera se lanzó, como otras muchas, en Kelme. Llegó a la Once y se encontró primero con Zulle y Jalabert, luego con Olano y Beloki, más tarde con Nozal y Heras. Siempre había un líder para el que trabajar, sobre todo en las carreras de tres semanas. «No sólo soy yo el que tiene que trabajar. Nos toca a todo el equipo. Tengo unas condiciones que se puede aprovechar en otras carreras, como las clásicas», se consoló. Lo cierto es que en ese tipo de pruebas ha andado bien. Ganó la Milán-Turín, fue cuarto en San Sebastián, séptimo en la Lieja-Bastogne-Lieja, octavo en la Flecha Valona. No pudo contener las lágrimas, reflejo de toda una vida profesional larga. Todos tocados Liberty ha probado, como otros muchos, el meterse en las fugas y luego esperar el desarrollo: «Es una lotería el meterse. Somos un equipo que ha intentado remontar desde que nos quedamos sin opciones para la general. Davis probó el miércoles, pero es difícil». Lo que más le sorprendió fue que se marchó en el ataque más débil. «Íbamos todos muy tocados. Hice otros más duros y me respondieron. Que Axel Mercx estuviese delante no me sorprendió. Si me llamó la atención ver a Vasseur». Mientras la etapa se jugaba delante, en el grupo de los mejores Basso cogió la cabeza, con Armstrong a su rueda. Cadel Evans y Ullrich se unieron a ellos. Vinokourov quiso pero no pudo. Ese cuarteto sacaría 37 segundos en de dos kilómetros a Vinokourov, Rasmussen, Leipheimer y Mancebo. Ullrich intentó acercarse al podio y Armstrong colaboró con ellos, por segundo día consecutivo: para distanciar a Floy Landis, del que se está tomando una pequeña venganza. Unas declaraciones de su compatriota en la prensa francesa no le han gustado y se lo está haciendo pagar. Rasmussen lo pasará mal para seguir en el podio y el baile de puestos todavía puede ser importante. Fueron sólo tres kilómetros de subida e hicieron daño. Queda muy poca fuerza en este Tour y todavía quedaron menos después de una media superior a los 40 kilómetros por hora en un terreno complicado. Serrano y Pereiro, dos triunfos para Galicia en la semana final de la prueba, son amigos y entrenan juntos la mayor parte del año. Han sacado partido de unas escapadas que parecían negadas para el ciclismo español. 18.ª ETAPA TIEMPO 1. Marcos Serrano (ESP) 4h37:36 2. Cédric Vasseur (FRA) a 0:27 3. Axel Merckx (BEL) 0:27 4. Xavier Zandio (ESP) 1:08 5. Franco Pellizotti (ITA) 1:08 9. Egoi Martínez (ESP) 2:03 18. Francisco Mancebo (ESP) 11:55 24. Oscar Pereiro (ESP) 12:28 GENERAL 1. Lance Armstrong (USA) 77h44:44 2. Ivan Basso (ITA) a 2:46 3. Michael Rasmussen (DIN) 3:46 4. Jan Ullrich (ALE) 5:58 5. Francisco Mancebo (ESP) 7:08 13. Oscar Pereiro (ESP) 17:10 14. Haimar Zubeldia (ESP) 17:26 15. Oscar Sevilla (ESP) 20:06 21. Xavier Zandio (ESP) 29:26 EQUIPOS 1. T-Mobile 230h37:42 5. Illes Balears 55:12 JÓVENES 1. Yaroslav Popovych (UCR) 78h00:37 3. Alberto Contador (ESP) 41:20 MONTAÑA PUNTOS 1. Michael Rasmussen (DIN) 185 2. Oscar Pereiro (ESP) 135 PUNTOS 1. Thor Hushovd (NOR) 164