Alonso da otro golpe de efecto

La victoria conseguida este domingo por Fernando Alonso en el G.P. de Alemania le acerca aún más al Mundial, sobre todo porque su más cercano rival, Kimi Raikkonen, dejó su McLaren Mercedes a un lado de la pista por un problema hidráulico, despidiéndose prácticamente del título. La de Hockenheim fue la séptima victoria del joven asturiano de tan sólo 23 años desde que debutara en 2001, seis de ellas conseguidas esta temporada (Malasia, Bahrein, San Marino, Europa, Francia y Alemania). Fernando compartió el podio con un piloto que protagonizó una espectacular remontada: Juan Pablo Montoya (McLaren Mercedes), que finalizó segundo después de salir desde la última posición, tras haber cambiado el motor . Junto a los dos hispanos, el británico Jenson Button (BAR Honda), que consigue así puntuar por tercera vez consecutiva. Con la victoria de Alemania, Fernando suma 87 puntos, y Raikkonen se queda con 51, después de su abandono. La distancia entre ambos ha aumentado en 10 puntos más, y ahora es de 36, a falta de disputarse siete Grandes Premios. El asturiano deleitó con una de sus espectaculares salidas. Desde la tercera posición, superó a Button y se colocó segundo por detrás de Raikkonen. Michael Schumacher también quiso dar una alegría a sus paisanos y superó a Button. Pero por detrás, el que más sorprendió fue Montoya. El colombiano, que tomaba la salida desde la última posición tras el trompo que sufrió el sábado en la calificación, pasó por meta en la primera vuelta en undécimo lugar. Por detrás, se produjeron incidentes: Sato se tocó con Trulli y ambos tuvieron que ir a boxes, pero antes también empujó a Fisichella, al le rompió parte del alerón trasero. Al japonés incluso tuvieron que cambiarle el morro de su BAR Honda. Webber también tuvo que ir a boxes con problemas. El que no tenía problemas era Montoya que seguía adelantando hasta situarse noveno por detrás de Fisichella. Su compañero de equipo, Raikkonen, seguía cómodo en el liderato, pero sabía que Alonso estaba muy cerca, y comenzó a labrar su estrategia: alejarse lo más posible del Renault para poder jugar con ventaja. Y así lo fue haciendo, marcando vueltas rápidas. Fernando por detrás también se iba alejando de Michael, y de esa forma los tres primeros clasificados rodaron muy separados al principio de carrera. Boxes cruciales La clave iba a estar en la entrada en boxes, ¿quién iba a hacerlo primero? Parecía que Raikkonen iba muy descargado, ya que su ritmo era endiablado, llegó a bajar al 1 minuto y 14 segundos, lo que suponía hacer tiempos de calificación. Pero no era así, y es que el McLaren corre mucho, pero se rompe más, y además lo hace cuando lidera las carreras. Fernando entró en la misma vuelta que Michael (vuelta 22), mientras que Raikkonen lo hizo tres más tarde. Parecía increíble, pero fue cierto. Además, mientras Alonso y Michael emplearon 9,3 segundos en la operación de repostaje, Raikkonen sólo 9 segundos. Toda esta ventaja acumulada por el finlandés le permitió volver a la pista primero y no perder la cabeza de carrera, así que el objetivo se estaba cumpliendo para el finlandés. El equipo McLaren estaba dispuesto a dar el do de pecho en Alemania, y mientras que Raikkonen rodaba cómodamente primero con más de once segundos de ventaja sobre Alonso, Montoya fue el último en entrar a repostar, y se colocó nada menos que en la quinta posición por detrás de Button. Michael seguía tercero detrás de Raikkonen y Alonso, pero con el acoso cada vez mayor de Button, mientras que Montoya también hacía lo propio con el británico. Y se rompió Cuando las cosas parecía que se habían puesto de cara para McLaren, ocurrió lo mismo que en San Marino y Nurburgring. Raikkonen empezó a aflojar la marcha, y se quedó con el MP4/20 parado en la pista en la vuelta 35, poco después de la mitad de la carrera.. Tercera rotura en el motor Mercedes del McLaren en momentos decisivos. En las dos ocasiones anteriores no le ocurrió en carrera, sino que durante los entrenamientos, lo que le obligó a retroceder diez posiciones en las parrillas de salidas respectivas -en Francia salió 13º y en Gran Bretaña 12º-. Aunque logró acabar las dos carreras y en ambas en el podio: fue segundo en el circuito de Magny-Cours y tercero en el de Silverstone. En esta ocasión las cosas le salieron peor, ya que la rotura en carrera suponía decir adiós a diez preciosos puntos que le hubieran acercado más a Fernando. Sólo quedaba una posibilidad, y era que el de Renault sufriera algún problema, pero no fue así. Al asturiano le basta seguir subiendo al podio para ser el piloto más joven que ha conseguido un campeonato del mundo.