España se cuelga el bronce (63-70)

La selección española cadete consiguió ayer una merecida medalla de bronce en el Campeonato Europeo, tras derrotar a Lituania en un partido que los españoles dominaron de principio a fin. Los de Ñete Bohígas salieron enchufados y realizaron el mejor inicio de partido de todo el Campeonato de Europa. No iban a permitir que los lituanos, que les vencieron en la fase de cuartos, repitieran una primera parte tan espectacular y letal como aquella, en la que anotaron nueve triples que resultaron decisivos. Los cadetes españoles llegaron al descanso con una clara diferencia (29-41), que les permitía soñar con la medalla. La magistral actuación del pívot madridista, Pablo Aguilar, fue crucial para encarrilar el encuentro. El jugador español anotó 18 puntos en la primera parte y consiguió 10 rebotes. Además, la intensidad de la defensa española impidió que los lituanos emplearan su mejor arma: los triples. Sólo pudieron anotar 4 tiros desde el perímetro de 14 intentos. Tras el paso por el vestuario, Rabaseda, se convirtió en protagonista con tres espectaculares tapones. Con su garra y con el acierto de Marco y Parejo, España iba a lograr la mayor diferencia del partido (33-53). La medalla de bronce no se les iba a escapar. Sólo había que mantener la cabeza fría y administrar la ventaja para no tener que llegar a un final apurado y de infarto. Pero Lituania no se rendía y trató de dar la vuelta al partido con presión en todo el campo y defensa bastante agresiva. Aunque España cometió varios errores seguidos, tenía en Pablo Aguilar un seguro de vida. A falta de un minuto, el bronce ya estaba asegurado y Ñete Bohígas tuvo el detalle de sacar a la cancha a Raya, Almazán y Enríquez, que habían disputado pocos minutos, para hacerles partícipes del triunfo.