Algo más que lo de siempre

RETOMAMOS EL RITMO de miércoles tras nuestra comparecencia irregular de anteayer lunes, en clave de Campeonato Provincial («Identidad leonesa en entredicho»). Y lo hacemos prosiguiendo con el desglose de los logros parciales y de los retos pendientes. Curiosamente la mayoría de los «semilogros» -0bjetivos a medias- se hallan entre los que desde esta sección más hemos venido incidiendo. Aparte de los que nos hacíamos eco por boca de un lector hace un par de semanas, como el corremovil: más manejable y manifiestamente mejorable - complementable- en cuanto a servicios - complementos- y de más. Y con la incorporación «fija» de una Mesa del jurado mínimamente presentable y asilada del Público; evitando las risibles mesas camperas o domésticas, sin el menor aderezo y con el aliento de los espectadores en el cogote cual compadreo aluchero. Sacar fuera del Estadio el Corro de San Pedro también fue propugnada desde aquí 8Plaza Mayor, Catedral, San Marcos...); claro que llevarlo frente a la Junta de «Castilla -León» resulta casi más bien una afrenta a la Leonesidad de la Lucha Leonesa. Al final que con el Monumento se hizo lo difícil -la composición escultórica- y se falló en lo más fácil que era la ubicación, en el Himno también se está fallando en lo menos complicado que teóricamente sería la distribución. Electrónico: marcador de caídas además de marcador de tiempo. Póster, pero como primer paso para la incorporación abiertamente a la L.L. del merchandasing, la mercadotecnia y el marketing é imagen en general. Transporte para la Lucha de Base mucho más fluido é integral; cobertura territorial y sobre todo cobertura de calendario: cortísimo y sin el menor eco mediático ni a priori de cada competición ni tampoco a posteriori para estímulo de los chavales al menor /y para fé y esperanza de la afición). En suma, algo más de lo de siempre. «Hacer lo que se debe y no hacer lo que se puede que el hacer las cosas bien importa más que el hacerlas». Y vamos ya con el estado de la pradera, que fue una de las cosas sobre las que más machacamos en su día. Cierto que se ha mejorado bastante y cierto también que en gran media por la propia inercia de los tiempos y de la espontánea sensibilidad de los mal llamados organizadores: sólo organiza el órgano técnico-federativo. Pero, como en casi todo, el avance no ha sido completo y así se llegó al reciente cuestionario de la pradera ¡por los luchadores! Y sobre la marcha, en lugar de por adelantado y por la Federación que está obligada -reglamentariamente- a supervisarla y darla de paso con notable anticipación. Organizar y responsabilizarse federativamente de un corro algo más que pesar, sortear, pagar, sortear, pagar... y cobrar. Cuando además, reiteramos, la comprobación anticipada del suelo ha de ser algo tan rutinario -reglamentario- como el resto de «las rutinas». En cualquier caso, el alejamiento del corro de la Romería, aleja riesgos de vidrios e inmundicias, así como de interferencias megafónicas festivas. Al hilo de la insensibilidad luchístico municipal en cuanto a cambio de ubicación del monumento, calle para la Lucha Leonesa y demás, el añadido de ignorar municipalmente que nuestra Lucha no tiene nada que ver a efectos orgánicos con la Federación de Deportes Autóctonos. Afirmación que ilustramos con el texto de un anuncio reciente: «Cerca de 200 niños practican la Lucha Leonesa en las Escuelas Deportivas del Ayuntamiento de León. La Concejalía de Deportes promociona este deporte autóctono a través de los colegios en los que varios monitores enseñan y animan a los niños a competir. La Concejalía de Deportes y la Federación de Deportes Autóctonos «luchan» junto para conseguir que la Lucha Leonesa sea realmente el deporte rey de la provincia leonesa. Ayuntamiento de León. Concejalía de Deportes». A ver si el corro programado como «Gran Premio Ciudad de León», sirve cono desagravio y compromiso de implicación seria. Dos apuntes finales y que lamentablemente vienen a confirmar la inutilidad de algunos de nuestros apercibimientos. La falta de medidas ante el gravísimo problema de las lesiones (no es cuestión de oportunismo puesto que hemos venido apercibiendo hasta la saciedad ad-nauseam) y ese colmo del ridículo de «clasificaciones finales sin clasificados». En cualquier deporte se elimina a un competidor y se da paso al siguiente. En el nuestro, con nuestra pomposa nueva normativa no se ha previsto esta contingencia «tan previsible» de quedar desierto uno o varios premios tal como advertíamos hace tiempo.