Lino no falla y Natalia tampoco, pero Reina y Barrios sí lo hicieron en 800
Joan Lino Martínez es cubano. Bueno, sí, es español, pero no puede esconder su carácter habanero. La cara circunspecta de muchos se transforma en una risa relajada y sincera, como la de los niños, en su caso. Este no se arruga. No era su mejor temporada por la lesión, pero solventó la calificación a la primera. Que piden 8,10, pues eso, 8,10. Justo, pero suficiente. Sin los alardes del estadounidense Dwight Phillips, que dejó marcada en el foso la mejor marca mundial del año (8,59), pero de momento da igual. Están en el mismo sitio: en la final del salto de longitud. La otra alegría de la jornada la propició Natalia Rodríguez. La tarraconense se metió en la final de los 1.500 con comodidad. Fue quinta (4:11.82) y podrá competir por un puesto de finalista, que es el reto que se marca. Su compañera en esta especialidad, Nuria Fernández, finalizó última (4:14.45) en la segunda semifinal. Por su parte, Mercedes Chilla, por su parte, cayó en la calificación de jabalina. La jerezana lanzó 58,38 y se quedó a 28 centímetros de la final. Mientras, Antonio Reina se sumó a la lista de decepciones. El sevillano, que albergaba esperanzas de luchar por la medalla, corrió la segunda serie de 800 y fue un juguete en manos de sus rivales. Eugenio Barrios ni siquiera tuvo la opción de plantear pelea. Fue siempre a remolque en su serie.