Cerrar

A un centímetro de la presea

El español Joan Lino voló hasta los 8,24 mientras Tommi Evila, bronce, se fue hasta los 8,25

Joan Lino muestra su decepción en el último de los saltos efectuados

Publicado por
Europa Press | helsinki

Creado:

Actualizado:

El atleta español Joan Lino Martínez tuvo que conformarse con la cuarta posición, a falta de un centímetro, para adjudicarse con el bronce en la final de salto de longitud disputado en los Mundiales de Atletismo de Helsinki al aire libre, donde el estadounidense Dwight Phillips cosechó el oro en la final de salto de longitud con un salto de 8,60 metros. Sin lugar a dudas, esta fue una final digna de unos Mundiales, pues la consecución del bronce no se decidió hasta el último salto, la diferencia entre el tercero y el cuarto fue de un centímetro y el viento tuvo mucho que decir también, pues estuvo a lo largo de toda la prueba muy cambiante. Con Phillips (8,60) y Gaisah (8,34), destacados, todo quedó en un duelo por el bronce entre el español, el finés y el francés Sdiri, que se decantó para el atleta local. Lino Martínez, campeón de España absoluto de longitud al aire libre este año, campeón de Europa 2004 en pista cubierta y bronce en los Juegos Olímpicos de Atenas, se pensaba como un seguro de vida para el medallero español, pero en un concurso igualadísimo, un sólo centímetro le dejó sin el bronce. Con un salto de 8,24 metros, precisamente su mejor marca de la temporada, sólo pudo ser cuarto demostrando una vez más que está en un buen estado de forma, aunque lejos de poder superar su marca personal que no es otra que 8,37 metros. Lino se hizo con la tercera plaza en su segundo salto al llegar hasta los 8,13 metros, pero en el último salto de la mejora, el finlandés, Tommi Evila, con el apoyo de todo el estadio le arrebató esa posición tras saltar 8,16. Asimismo, el representante de Ghana, Ignisious Gaisah, con su salto de 8,34, desplazó al español a la quinta plaza. No obstante, en el cuarto salto de Lino, éste se volvió a meter en el podio tras volar 8,24 metros, pero en el quinto salto del finlandés, le volvió a arrebatar el bronce. Fue entonces cuando el estadio estalló de júbilo ya que con ese salto los anfitriones conseguían la primera medalla. Alegría que contrastaba con el rostro serio del español que veía como se le escapaba la medalla por tan sólo un centímetro. Fue entonces cuando se vivió un duelo entre el finlandés y el español, que ya en el último salto se vio perjudicado por la presión de tener que saltar 8,25 metros y sólo llegó hasta los 7,98. Por su parte, el americano Dwight Phillips, que se presentaba como el favorito para proclamarse campeón del mundo, no defraudó y le bastó un salto para renovar su título mundial. La plata fue para el ghanés, Ignisious Gaisah, que lograba la segunda medalla para su país y que tuvo que retirarse lesionado después de su quinto salto. Los saltos de los seis primeros atletas fueron superiores a 8,20 metros, lo que marcó la igualdad entre todos ellos. Así, en su primer brinco ya puso muy caro el oro y con 8,60 hacía muy difícil que algún atleta pudiera desplazarle de lo más alto del podio. No obstante, este sería su único salto válido de la tarde porque después se limitó a realizar cinco nulos.