Ibán Sánchez frena la ofensiva de Oblanca por el liderato de ligeros

Pocas sorpresas se produjeron ayer en el tradicional corro de Riaño, y todas ellas tuvieron un final esperado. En la categoría de ligeros, Ibán Sánchez y Javier Oblanca disputaron la final. Un punto les separaba en la clasificación general a ambos luchadores, pero el de Barrillos, gracias a su triunfo de ayer, supo poner un poquito de tierra de por medio. Héctor fue un huracán. No dio opción a la sorpresa y Santiago Fernández, una vez más su rival en la final, tuvo que conformarse con ver las caídas desde la hierba. Clemente hizo de semipesados lo que quiso. Tuvo los enfrentamientos más complicados de la tarde y, pese a ello, en un minuto y diez segundos dejó sentenciada la categoría derrotando a Jesús María Cabero en la final en treinta segundos. Eduardo veía el corro desde lo más alto del graderío de Riaño. Ganas tendría de salir a luchar, pero vale más la prudencia y verle recuperado para lo que resta de temporada y ante los presentes en este peso Alberto Rodríguez fue finalmente el que se llevó el triunfo derrotando en la final a Ricardo Fernández. El corro antes del comienzo de este último peso tuvo un emotivo recordado homenaje a una de las figuras más entrañables de este deporte, Nicasio, padre de los luchadores Roberto y Guillermo Rodríguez y natural de Riaño. Ibán Sánchez sigue líder Javier Oblanca e Ibán Sánchez llegaron al corro de Riaño dispuestos a dilucidar el futuro del mando en la categoría de ligeros ya que ambos contrincantes estaban separados por tan solo un punto de diferencia. El sorteo fue benévolo hasta las semifinales, pero superadas éstas no sin cierto empeño en conseguir un puesto en la final, Oblanca dejó en el camino a Luis Ángel Rodríguez; mientras que Sánchez hacía lo propio con Remolina. Ambos luchadores se vieron las caras en la final lo que fue en beneficio del público ansioso siempre por ver a dos luchadores de tan enorme talla frente a frente en uno de los corros más importantes del calendario. Poco duró la alegría en casa del de Villabalter, lo que tardó Ibán en dar dos caídas enteras, la última a la mediana, de maestro, de libro, de las que hacen mella en el rival, para llevarse el triunfo y, de momento, el liderato.