| Análisis | Conquista de la Liga |
Al asalto de un Barcelonaque asusta
Real Madrid, Valencia, Deportivo y Atlético de Madrid llegan al inicio de la temporada como firmes candidatos para arrebatar el título al conjunto de Rijkaard
Todos contra el Barcelona y el Barcelona contra todos. Ese es el punto de partida del Campeonato Nacional de Liga 2005/2006, en el que los veinte equipos de Primera División parten con el objetivo de adueñarse del cetro que actualmente ocupa el conjunto dirigido por Frank Rijkaard. El equipo azulgrana es el rival a batir. No sólo por su condición de vigente campeón, sino por el dinamismo de su juego, que se combina con un sistema asimilado y una plantilla de jugadores jóvenes y talentosos creativos bien estructurada. Para repetir título, el cuerpo técnico sólo ha realizado dos incorporaciones: el español Santi Ezquerro y el holandés Mark van Bommel. En el Nou Camp están convencidos de que los mejores refuerzos están en casa, una vez recuperados los jugadores que se perdieron la campaña pasada por graves lesiones de rodilla: Edmilson, Henrik Larsson y Gabri. Además, el Barcelona ya ha comenzado a asustar. El fútbol desplegado en la ida de la Supercopa de España, en la que se impuso 0-3 al Betis en el partido de ida, raya a un nivel similar al visto durante sus mejores momentos de la última temporada. Frente al campeón, el Real Madrid aparece como principal oponente, aunque no hay que descuidar posibles desplantes de Valencia, Deportivo de La Coruña y Atlético de Madrid. Con la ilusión de poder luchar por la cabeza de la clasificación, los equipos de Primera han gastado 151 millones de euros en reforzar y afilar sus armas, un desembolso que además ha tenido como producto estrella al espadachín sudamericano. El Madrid, el más suntuoso en sus refuerzos con una inversión cercana a los 60 millones, ha apostado por asentar su retaguardia con las incorporaciones de dos uruguayos, el lateral Carlos Diogo y el mediocentro Pablo García. Pero además ha agregado potencia, juventud, fantasía y descaro a su ataque con las contrataciones de los brasileños Julio Baptista y Robinho. Pero los grandes protagonistas del mercado veraniego han sido Valencia y Atlético. Ambos han iniciado nuevos proyectos y la primera decisión fue remodelar los banquillos: los valencianistas han buscado un nuevo Rafa Benítez en la persona de Quique Sánchez Flores, mientras que los rojiblancos han nombrado comandante de sus tropas al «Virrey» argentino Carlos Bianchi. Además, junto al cambio de pizarra, el Valencia ha apuntalado la plantilla reclutando figuras como Patrick Kluivert, Villa, el brasileño Edu, el uruguayo Regueiro o el portugués Miguel; mientras que en el Vicente Calderón ya vibran con las asistencias del búlgaro Martín Petrov, las internadas de los argentinos Maxi Rodríguez y Galleti o los goles del serbio Mateja Kezman. Por detrás de este quinteto inicial de firmes candidatos aparecen cuatro equipos que ya saborearon las mieles del éxito la pasada campaña. El Villarreal, guiado por Riquelme y Forlán, luchará por repetir el tercer puesto de 2005; el Betis, en el año de su centenario, aspira a reeditar la plaza en Liga de Campeones y la Copa del Rey cosechados hace tan solo unos meses; en el Espanyol esperan afianzarse en los puestos altos de la tabla; y el remozado Sevilla quiere mantener la graduación europea de las últimas temporadas. Una liga con sello sudamericano La liga 2005/2006 comenzará marcada por el incipiente sello del fútbol sudamericano. Al virtuosismo de estrellas como Ronaldinho, Deco, Ronaldo, Roberto Carlos, Perea, Leo Franco o el propio Riquelme hay que añadir las expectativas creadas en torno a los traspasos de Robinho, Baptista, Diogo, Pablo García, Galletti, Maxi, Edu, Saviola (Sevilla), Barbosa (Villarreal), Placente o Baiano (Celta). Tampoco hay que olvidar la mano de los técnicos: con la continuidad de Vanderlei Luxemburgo, Javier Aguirre (subcampeón de Copa con Osasuna), Manuel Pellegrini (Villarreal) y Víctor Espárrago (ascendió al Cádiz de categoría) así como la llegada del argentino Carlos Bianchi. Y precisamente en los banquillos está la otra nota destacada del comienzo de la competición. Ver un campeonato sin clásicos como Javier Clemente, Javier Irureta, Vicente del Bosque o Víctor Fernández, los últimos entrenadores que han ganado títulos en España, sorprende. Pero son los nuevos tiempos donde se busca un perfil diferente: gente joven, eso sí y que gane mucho menos dinero que estos técnicos consagrados.