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Los clubes españoles apuestan con fuerza por el fútbol «made in Brasil»

Cicinho completará en enero un Real Madrid plagado de brasileños

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Nico de Vicente - madrid
León

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Robinho desembarcará hoy en Madrid, tras muchas portadas, con el cartel de sucesor de «0 Rei» Pelé y con la maleta llena de bicicletas, regates imposibles y recortes en un palmo de césped. Este espigado delantero, de aspecto frágil y delgadas piernas arqueadas, es el último embajador del fútbol brasileño en la Liga española, que cada vez tiene un acento más marcadamente brasileño. Sólo en el vestuario blanco le esperan otros tres compatriotas a los que ya conoce de su paso por la selección: Ronaldo, Roberto Carlos y el también recién llegado Julio Baptista, además de un cuerpo técnico liderado por Luxemburgo y Teixeira. Incluso podría sumarse un quinto brasileño, si el fichaje del lateral derecho Cicinho, que también le han otorgado el papel de sucesor de otra estrella como es Cafú, llega a buen puerto. Aunque puede parecer lo contrario, en realidad, y pese a los 150 millones gastados por los equipos de primera este año, el mercado de fichajes vive una pequeña crisis, y la mayor parte de los clubes han optado por fichar jugadores con la carta de libertad o cedidos. Los representantes españoles no han tenido un buen verano, pero eso no parece ir con sus colegas de Brasil, que no dan abasto. Está visto que el aroma de espectáculo, fantasía y alegría que destila el fútbol brasileño le gusta a Florentino Pérez, que quiere, en su proyecto de internacionalizar el sello «Real Madrid», apoyarse en el modelo de la selección que tanto tirón tiene en todo el mundo. En el Barcelona, el eterno rival, también se escucha mucha samba. Sobre todo la que interpreta Ronaldinho, jugador bandera del proyecto Laporta, al que el club quiere atar casi de por vida con un contrato hasta 2014 para evitar espantadas como las de Ronaldo o Rivaldo. Guardando sus espaldas tiene a dos compatriotas como son Edmilson y Silvinho, una pareja con menos llegada al área y que desmienten eso de que de Brasil sólo salen delanteros malabaristas. Siguiendo con esta tendencia «brasileñizadora», el EuroBetis confía en la conexión entre los pases de Edu y el olfato goleador de Oliveira, una de las claves de su triunfo en la pasada Copa del Rey, y que este año tendrán un reto con mayúsculas en el salto a Europa.