El Huracán no consigue administrar su renta ante el Norma y cede un empate
El Huracán saltó al campo sorprendido por la salida en tromba de su rival. El Norma estaba dispuesto a agradar a su público en su primer partido de la temporada y no quería que el Huracán le amargara la fiesta. El Huracán, sin embargo, se mostró mucho más tranquilo sobre el césped, y aprovechó las constantes imprecisiones y los nervios de su rival para plantear mejor el partido. Eso sí, el Norma también supo sacar provecho de su locura transformándola en ocasiones esporádicas en genialidad, lo que sirvió para espolear a un conjunto local que presionaba cuya ansiedad le estaba pasando factura. El Huracán no había viajado a San Leonardo a servir de comparsa. El hecho de que su rival jugara como si al partido le quedaran cinco minutos y a la temporada un encuentro no significaba que los visitantes no existieran. Antes al contrario, el planteamiento del Huracán estaba mucho más en consonancia con las circunstancias reales del encuentro que el de su rival Tras la reanudación, sucedió más de lo mismo. El Norma seguía a lo suyo, pero ya había aprendido a controlar la velocidad del partido, lo que le hizo aún más peligroso. Esto obligó al Huracán a tomar más precauciones y replegarse un poco más, lo que modificó su planteamiento de juego orientándolo al contragolpe. Y lo cierto es que este nueva situación acabó por dar sus frutos, porque el Huracán fue capaz de adelantarse en el marcador. Corría el minuto 64 cuando Josines botó una falta que no aparentaba peligro porque estaba escorada. Sin embargo, Josines se jugó un farol contra el cancerbero y lo ganó, porque el guardameta salió a interceptar el más que evidente centro cuando de pronto se encontró con un balón envenenado que le pasó por alto y se introdujo en la portería. El partido se le ponía del cara al Huracán. La única esperanza del Norma pasaba por marcar pronto, y tuvo la fortuna de lograrlo un minuto más tarde con un zaptazo de Sergio ante el que no pudo hacer nada Javi.