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El Guijuelo sólo se mostró superior a la Hullera en el marcador final

Carlos Alonso apuntilló al equipo leonés al aprovechar dos de sus errores defensivos

Barreiro, a la izquierda, intenta llevarse un balón a pesar de la oposición del salmantino Josema

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Roberto Arias - león
León

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La Hullera no mereció caer derrotada en su feudo ante el Guijuelo. El equipo leonés jugó sin ningún tipo de complejo a un conjunto que se presentaba en Ciñera tras su descenso de la categoría de bronce del fútbol español y con la vitola de favorito para hacerse con una de las cuatro primeras posiciones. El partido comenzó con los clásicos minutos de tanteo, con dos equipos que no querían perder y que trataban de mantener el balón en su poder el mayor tiempo posible. Bajo estas premisas el juego discurría en el centro del campo, sin un dominador claro, y sin jugadas de excesivo peligro para la integridad de las porterías defendidas por Avelino y Manolo respectivamente. Sin embargo, en el minuto 21 llegaría el primer gol del partido, siendo su autor Carlos Alonso, tras aprovechar un error de la cobertuda hullerista. Era el 0-1. A partir de ese momento los de Belarmino López tratan de lograr la igualada, pero su rival se defiende con mucho orden, neutralizando en última instancia Manolo cualquier intento de perforar su meta. Al descanso se llegó con la mínima ventaja del equipo visitante. En la reanudación la Hullera salió dispuesto a nivelar el marcador, tomando el mando del choque, hasta que en el minuto 55 el debutante Barreiro lograba el objetivo, colocando el 1-1 en el marcador. Era el volver a empezar pero con sólo 35 minutos por delante. Superado el mazazo que supuso el empate, los charros empiezan a justificar el porqué de su condición de favoritos, llegando su segundo gol, que a la postre supondría la victoria, en el minuto 69, siendo su autor de nuevo Carlos Alonso, tras volver a sacar partido de un nuevo error de la zaga hullerista. Con el marcador en contra el equipo leonés quema sus naves en busca de la igualada, pero esta no llega a pesar del esfuerzo puesto en el empeño por todos sus hombres.