El Atlético ilusiona, pero Torres y Kezman amargan todo el trabajo

El Atlético consiguió ilusionar a su afición en una magnífica primera parte, pero le faltó lo más importante. Sin gol, los rojiblancos no pudieron estrenarse en la Liga con victoria, porque a Fernando Torres y a Kezman les falló la puntería en el momento decisivo y destrozaron así el excelente trabajo del búlgaro Petrov, llamado a ser uno de los grandes nombres de la temporada si no se hunde en el Atleti como tantos otros. Los rojiblancos acusaron en la segunda parte su derroche físico, y para no perder la costumbre, les tocó sufrir ante un Zaragoza que se animó. Entonces, tuvo que ser Leo Franco quien evitase una decepción mayor en un Calderón, que no pudo disfrutar a lo grande en el primer tiempo, por la falta de goles que mereció su equipo, y se resignó sin esperanza en el segundo. Seis oportunidades tuvo el Atlético en la primera parte, la mitad de ellas clarísimas, y no metió ninguna. La única llegada del Zaragoza se produjo cuando el Atlético había dado un baño impresionante a su rival, con altísimo ritmo, presión, velocidad, toque, profundidad, entradas por banda y ocasiones... aunque sin gol. El partido cambió completamente en la segunda parte, porque los rojiblancos acusaron excesivamente todo el esfuerzo de la primera y el Zaragoza se estiró, recuperando el balón, llegando con muchísimo peligro al área de Leo Franco, y probando suerte con el disparo. Después de un gol bien anulado al Atlético a balón parado, llegaron los sustos al Calderón, dos de ellos consecutivos por remates de Zapater y Savio a los que respondió, salvando al Atleti, Leo Franco. No reaccionó el Atlético, el Zaragoza siguió tocando y la afición rojiblanca comenzó a ver la peor, pero habitual versión de su equipo. Al Atleti le tocó entonces sufrir. Respiraron otra vez los rojiblancos con un balón que se paseó por la portería local tras un grave fallo defensivo. El Atlético necesitaba levantarse y Bianchi sacó a Ibagaza y Galletti, pero el tiempo ya jugaba en contra, y no sirvieron de nada, ni recuperar el dominio del partido ni los esfuerzos individuales del final. El Atleti perdonó en la primera parte y lo pagó. Torres y Kezman están obligados a afinar ya su puntería.