Hushovd gana sin Petacchi

El maillot verde en la última edición del Tour de Francia, el noruego Thor Hushovd, es un ciclista muy fuerte -1,83 metros para 81 kilos de peso- que ha convertido el ciclismo en un deporte popular en su país. En Cuenca lograba su primer triunfo en una etapa de la Vuelta a España, donde la carrera llegó con media hora de adelanto gracias a una primera hora de carrera en la que se cubrieron 51 kilómetros. Fue el más rápido en el grupo de 35 corredores que se formó en la bajada del puerto de El Castillo hacia las Hoces del río Huécar. Estaba con él Tom Boonen, que trabajó para Bettini, que no tuvo ninguna opción de triunfo. El campeón olímpico se encuentra a años luz de su forma. El que no entró en esa selección fue Alessandro Petacchi, cortado en la subida, que no pudo enlazar. Le estuvo esperando Flecha, que tuvo una caída, por lo que los dos se quedaron sin ninguna posibilidad. Los dos kilómetros de esa ascensión resultaron trepidantes, con ataques constantes, que aunque no decidieron nada si nos permitieron ver el estado de forma, y las ganas, de muchos corredores. No se puede pedir más en menos terreno, con una estampida ciclista en toda regla. El asturiano Samuel Sánchez se convertía en la única alegría del equipo Euskaltel durante todo el día, ya que perdió a Ibán Mayo en el kilómetro 93 y más tarde padecería la caída de Aitor González antes de comenzar el puerto. Atacó Samuel y el pelotón estalló. Joaquín Rodríguez, que se puede poner de líder este jueves en Valdelinares, y Carlos García Quesada, le siguieron. Ese terceto desataría los instintos agresivos de Sastre, Mercado o Heras. Había metros de ventaja, pero no servirían para romper el pelotón principal, no se traducirían en segundos. La bajada hasta Cuenca, muy rápida, nos trajo las caídas de Piepoli, Azevedo o Botero. Caída de Aitor González Si las diferencias no se pueden hacer subiendo hay que intentarlo en la bajada. Samuel Sánchez y Mercado, muy activos, probaban de nuevo. No había forma de lograr unos segundos que rompiesen la armonía de ese grupo. No faltó nadie, salvo Aitor González, que perdía 51 segundos, y se quedaba con la clavícula golpeada. No se sabe si por probar, o bien por intentar sorprender a algún rival, lo cierto es que corredores importantes se dejaron ver, cansados de las etapas de llano, en las que han estado atados, muy lejos de su terreno. Thor Hushovd, otro de los corredores con los que habrá que contar en el mundial, aunque será el único noruego que participe, comenzó a correr en bicicleta porque vivía en el sur de Noruega y para competir en esquí había que ir todos los fines de semana al norte del país. Fue campeón del mundo juvenil contrarreloj y ganó la París-Roubaix, una carrera que no le decía nada puesto que no tenía ninguna cultura ciclista. Vive en Le Boulou, un pueblo que hay nada más cruzar la frontera de La Junquera, donde lleva viviendo cinco años. Tiene montaña y mar, que es lo que le gusta. Cuando va a su país de vacaciones le gusta hacer largas caminatas de 10 kilómetros y cazar renos. Un ganador de calidad, que ha vencido en dos etapas del Tour. La Vuelta a España llegará hoy a Valdelinares, una subida en la que los favoritos de la carrera no tienen puestas muchas esperanzas, no al menos para seguir abriendo brecha en la general. Carlos Sastre conoce a lo que se va a enfrentar y piensa que «los primeros 4 kilómetros son duros». «Luego hay rampas que son más llevaderas. No debe de marcar grandes diferencias. La contrarreloj de Lloret puede ser más decisiva que Valdelinares». Aitor González era de la misma opinión que Sastre: «Es una etapa más para defender que para atacar», aseguró.