Muller convierte el cumpleaños de Roddick en una pesadilla histórica

El zurdo luxemburgués Gilles Muller nunca se pudo imaginar que, en su primera participación en el Abierto de Estados Unidos, iba a protagonizar una sorpresa histórica y convertir el 23 cumpleaños de Andy Roddick en la mayor pesadilla de su carrera profesional. Cuando Roddick salió a la pista central Arthur Ashe para recibir una gran ovación de los miles de espectadores neoyorquinos que llenaban las gradas, todos estaban convencidos, incluido el propio Muller, que iba a ser la gran noche para el jugador estadounidense, tanto deportiva como personal. Celebraba sus 23 cumpleaños, era el cuarto cabeza de serie y uno de los grandes favoritos al título. El marco no podía se más perfecto para que Roddick tuviese una noche estelar, pero lo que no estaba en el guión montado por los organizadores del Abierto era que surgiese la figura de Muller, un joven de 22 años, que se olvidó de todo lo que le rodeaba y exhibió el tenis perfecto para dejar eliminado al campeón del 2003. Muller lo hizo todo mejor, incluido el saque, la mejor arma del estadounidense, que además quedó en evidencia por su escaso repertorio, reducido al servicio y la derecha. Roddick vio cómo quedaba eliminado por con un marcador de 7-6 (7-4), 7-6 (10-8) y 7-6 (7-1).