España y la reválida de Serbia

Superados con aprobado raspado los trámites amistosos frente a uruguayos y canadienses, España se juega en la reválida de septiembre, contra la correosa Serbia y Montenegro, el honor, el orgullo, la credibilidad y gran parte de sus opciones de estar el verano próximo en el Mundial de Alemania. Presente de forma consecutiva en la Copa del Mundo desde Argentina-78, España no puede fallar. Ajenos a las críticas, con un fútbol inseguro, pero aparentemente convencidos del triunfo el próximo miércoles, los internacionales regresaron en la madrugada del domingo a Madrid y ayer ya trabajaron en Las Rozas con la mirada puesta en los serbios. El duelo del Sardinero dejó tocados a Xabi Alonso, con un leve esguince de tobillo, y al guardameta Reina, con molestias en la rodilla izquierda. El doctor Genaro Borrás confía en que ambos se recuperen. Aunque las cábalas todavía salen y con trece partidos sin conocer la derrota Luis ha logrado un récord en su arranque como seleccionador, en su fueron interno le preocupa sobremanera que la selección no recupere la fe ni la autoestima, y no genere ilusión entre los aficionados. Asume que el grave déficit de gol es casi tan viejo como España, pero el de Hortaleza confía ahora en el efecto Morientes. Y es que entre Raúl y Torres sólo han marcado tres goles en esta fase de clasificación y toda la selección ha anotado 10 en siete partidos, de ellos cinco a la débil San Marino. La falta de ambición y contundencia lejos de casa, con discretos empates en Bosnia, Lituania y Serbia, y el tropezón inesperado de junio contra los bosnios, en Mestalla, han complicado el panorama del combinado de Luis Aragonés, que parecía mucho más despejado cuando se celebró el sorteo, todavía con Iñaki Sáez al frente del equipo. Cabe recordar que al Mundial acceden de forma directa todos los líderes de grupo y los dos mejores segundos, puestos que España no alcanza a día de hoy. Aunque aún depende de sí misma, si quiere cumplir el objetivo sin necesitad de jugársela de nuevo en la dramática repesca, lo que ya sucedió en la clasificación para la Eurocopa portuguesa contra Noruega, la selección está obligada a ganar o ganar ante los plavi . Kezman echa picante El choque del Manzanares tiene miga, ya que Serbia todavía no ha encajado gol alguno en la ronda clasificatoria y llega pletórica tras ganar y convencer ante los lituanos, con gol y noche sobresaliente del rojiblanco Kezman, deseoso de jugar en el Vicente Calderón contra España. El ex del Chelsea añadió un poco de picante al duelo al afirmar en las próximas horas que «España nunca ha sido de los mejores». Una sentencia que duele, aunque sea una verdad como un templo. Con siete jornadas celebradas al completo, los serbios son líderes con 15 puntos, dos más que España, que a su vez aventaja en tres a bosnios y en cuatro a los lituanos, selecciones con opciones todavía matemáticas para acabar al menos segundas. Todo se encarrilaría con un triunfo ante los serbios, ya que además de los tres puntos se superaría el average en caso de empate final con el rival directo. Todavía quedaría disputar otra final, en Bélgica el 8 de octubre, que se presume favorable para los españoles pero para nada sencilla. Los belgas soñaban con tener ahí su última opción de engancharse, si bien su derrota de este sábado en Bosnia les deja virtualmente eliminados. En el choque de cuatro días después en San Marino, se da por seguro el triunfo hispano. Tampoco los serbios tienen un calendario sencillo, ya que además de jugar en Madrid deben rendir visita a los lituanos y recibir a sus vecinos bosnios, que a buen seguro no les regalarán nada.