El Barça logra su primera victoria tras vencer a un pésimo Mallorca (2-0)

El Barça conquistó el primer triunfo de la Liga tras imponerse a un débil Mallorca con dos tantos en la primera mitad de Samuel Eto'o. Una victoria plácida lograda en un partido soporífero que los azulgrana lideraron con mucha claridad. Una superioridad en un choque que tuvo un ritmo insulso. El Barça navegaba con el piloto automático puesto sin temer que el orden impuesto por Cúper le diera un disgusto. Adormecidos y metidos en la tela de araña tejida por el técnico argentino, los azulgrana centralizaban sus intentonas iniciales por la banda de Giuly. Las galopadas del menudo francés y de Belletti eran el único arsenal de un equipo algo apático. Una acción de fortuna, aquella que faltó en Mendizorroza, alegró al Camp Nou. Moyá no iba a ejercer de muro como hizo Bonano. El meta balear contribuyó a la algarabía local tragándose un remate de cabeza de Eto'o. Entre el extraño bote del balón y los pocos reflejos del portero, el Barça entró en otra dimensión. Siete minutos para aumentar el marcador y para reiterar que los campeones no han perdido su clase. Una genialidad de Deco rematada en primer instante por Giuly la volvió a aprovechar Eto'o. El camerunés olvidaba su golpe en la cabeza del viernes, que le obligó a pasar la noche ingresado, marcando el segundo tanto con esa parte del cuerpo. Una racha goleadora que estuvo a un paso de ampliar dos minutos después tras un disparo lejano que Moyá acertó a despejar. Sin reacción Pese a la amplitud del marcador, el Mallorca seguía a lo suyo. Excepto en un lejano remate de falta de Arango, los baleares no ofrecían ningún tipo de clarividencia ofensiva. Cúper no variaba ni su diseño táctico ni el talante de su equipo, que ralentizaba de forma reiterada el juego. Ante la poca entidad del rival, obsesionado en no recibir más goles, el Barça se adentró de nuevo en un espeso túnel. Un camino salpicado por escasas acciones con brillo casi siempre lideradas por la clarividencia de Deco y el oportunismo de Eto'o. Una combinación entre ambos la abortó Moyá tras el nuevo cabezazo del delantero camerunés. Rijkaard oteaba el plagado calendario de las próximas fechas para empezar a rotar a sus hombres. Van Bommel y Ezquerro se estrenaban en casa mientras sus rivales se empeñaban en complicarle la vida a González Vázquez. Un primitivo Ballesteros le arreó un bofetón a Puyol tras ser expulsado, y un nervioso Farinós dejaban al Mallorca con nueve jugadores. Una superioridad numérica que ni Van Bommel -estrelló un remate en el palo de Moyá-, ni Eto'o, empecinado en lograr el triplete, lograron aprovechar. Etoó marco los goles con la cabeza La cabeza de Samuel Eto'o mantuvo en vilo a buena parte del barcelonismo desde el pasado viernes, cuando el camerunés fue ingresado en un hospital tras sufrir un fortísimo encontronazo con su compañero Damiá, pero curiosamente, el delantero centro del Barca se encargó de sentenciar el partido con dos goles de cabeza. En uno de esos guiños que a veces presenta el fútbol, Eto'o acudió al rescate de su equipo después de haber pasado la noche del viernes en el hospital. Salió de la clínica el sábado por la mañana, se entrenó con el equipo, quedó concentrado, jugó y marcó. Dos goles, ambos de cabeza, 2-0 y a pensar ya en el partido de Liga de Campeones ante el Werder Bremen. En el primero, contó con la inestimable colaboración con el portero del Mallorca, Moyá, quien no respondió al bote del balón como corresponde a un portero de Primera. El remate de Eto'o no fue nada del otro mundo, pero se convirtió en el primer gol del Barca en el presente campeonato. Minutos después, el camerunés volvió a usar la cabeza. Lo hizo para establecer el 2-0 definitivo, rematando sobre la línea de gol un buen remate de Giuly tras una asistencia de Deco. Con la faena cumplida, después de haber marcado dos goles ante su ex equipo que tranquilizaron los ánimos y convirtieron el partido, Eto'o vivió una segunda parte tranquila, al igual que su equipo, que se limitó a dejar pasar los minutos mientras caían las expulsiones del Mallorca. Tuvo incluso Eto'o la oportunidad de firmar un 'hat trick', su primero como barcelonista, en otro remate de cabeza a servicio de Ronaldinho, pero Moyá estuvo más atento que en la primera mitad y cerró mejor su portería. Al borde del final, recogió una gran asistencia de Iniesta en el vértice del área pequeña, pero envió su disparo excesivamente alto.