Heras revienta la ronda en Pajares impidiendo el triunfo de Pascual
El leonés, tercero, no pudo aguantar sólo al final el ritmo del bejarano, que sentenció la carrera «Javi, saca la pala y entiérralos»
El bejarano Roberto Heras (Liberty Seguros-Würth) dejó casi sentenciada ayer la Vuelta a España en el ascenso al puerto de Pajares. Logrará en Madrid el domingo coronarse por cuarta vez. Pero aprovechando la última oportunidad de reventar la carrera y sentenciarla, de eliminar al ruso Menchov (Rabobank), impidió que el leonés Javier Pascual Rodríguez pudiera ganar en casa, ante su públco y entre las decenas de paisanos que le esperaban para animarle en las duras rampas de Pajares y en la meta situada en la estación e esquí de Valgrande. Al final sólo pudo ser tercero, en el día que él confesaba que tenía marcado para ganar este año. Llegó a 40 segundos de un Heras que no se conformó con el amarillo y fue a por la etapa reina de la Vuelta. Ante la descomunal exhibición del escalador bejarano nada pudieron hacer ni él ni otro escalador, su amigo Samuel Sánchez (Euskaltel), que fue segundo, diez segundos pro delante de Pascual. El del Comunidad Valenciana realizó no obstante una etapa épica, descomunal, metiéndose en la escapada buena desde el principio y enganchándose después a Heras: a pesar de no ser escalador fue uno de los pocos que le aguantó mínimamente ayer, hasta que faltaban seis kilómetros para meta y el nuevo líder dio un último demarraje y se soltó de él y de Sánchez. Pero por detrás quedaron, a cinco minutos o más, hombres como Menchov, Mancebo, Sastre, los hermanos Quesada, Jiménez, Pereiro, Scarponi, Laiseka, Ardila, Mercado... Heras y el Liberty dieron una lección de estrategia, primero, y de fuerza después. Se jugaban la Vuelta, jugaron fuerte a reventar la carrera bajando el alto de La Covatilla y lo consiguieron. Lección de estrategia y fuerza Cinco más uno, uno. No fue de matemáticas pero si de ciclismo la lección que dio el Liberty Seguros en la última etapa de alta montaña de esta Vuelta. Cómo sumando esfuerzos se puede recuperar el número uno de la clase. Eso enseñó Roberto Heras camino de Valgrande-Pajares. Con una estrategia perfectamente estudiada antes de la carrera y una aplicación práctica que merece un sobresaliente, el salmantino no sólo se llevó la etapa si no que recuperó el tiempo suficiente como para tomarse con relativa tranquilidad la última semana de competición. Cinco eran los puertos de la etapa y cinco los compañeros de Heras que saltaron por delante en las dos grandes escapadas del día. En el penúltimo alto, el de Colladiella de primera categoría (ya habían subido otro de primera y dos más de tercera), el ciclista del Liberty consiguió algo que no había logrado antes en más de dos mil cuatrocientos kilómetros, deshacerse de la compañía del ruso Denis Menchov. La ventaja de quince segundos con la que coronó aumentó en el descenso gracias a su valentía y a que se fue encontrando por el camino a los miembros de su equipo que habían salido de avanzadilla. Entre todos: Caruso, Serrano, Vicioso, Beloki y Scarponi llevaron en volandas a su jefe de filas hasta la ascensión definitiva, una subida muy dura en una condiciones climatológicas adversas. Allí Heras olvidó los quince puntos de sutura que recorren su rodilla izquierda y puso rumbo a su cuarta Vuelta a España. En la estación de montaña astur-leonesa quedó patente que el ciclismo es un deporte individual en el que es vital el equipo. Despiste de Menchov Menchov defendía en solitario el maillot oro ante el mejor equipo de la carrera. Y en su primer despiste en quince días echó por tierra buena parte de las opciones de llevarse una gran carrera. Quedaron tocadas las suyas y las de prácticamente todos porque las diferencias que abrió el nuevo líder con respecto a sus rivales parecen complicadas de salvar. Hoy es un buen día para tomar apuntes y sacar conclusiones de la lección de ayer porque la caravana disfruta de la segunda jornada de descanso en León.