El Villarreal salva un punto ante un Sevilla al que le faltó acierto (1-1)

El Sevilla pudo golear al Villarreal a domicilio, pero los andaluces y en especial su delantero Kanouté perdonaron un sinfín de oportunidades, incluido un penalti, lo que dio vida a los castellonenses que a un cuarto de hora del final empataron el encuentro a un gol. Si el Villarreal tiene un rival que se le atraganta en la Liga es el Sevilla, un equipo al que sólo ha sido capaz de derrotar una vez como local en las anteriores cinco visitas. Fiel al guión, el equipo sevillista volvió a demostrar que se le dan bien sus visitas a El Madrigal. Ambos equipos exhibieron un alto nivel de concentración y presionaron desde el primer minuto. El Villarreal vio rápidamente que con su juego de toque iba a ser difícil superar la líneas de presión montadas por los de Juande Ramos y el Sevilla avisó que cada pelota perdida por los locales iba a ser un buen contragolpe a su favor. Así fueron alternando las ocasiones. El portero debutante en el Villarreal, Sebastián Viera, tuvo que salir por dos veces a los pies de Adriano para evitar el gol y desviar un disparo de Maresca antes de la media hora de juego. Forlán tuvo su ocasión solo ante Palop pero el «Bota de Oro» falló una inmejorable ocasión. Tras la lesión de Riquelme, el Villarreal quedó a merced de un Sevilla que manejaba el encuentro a su antojo y se acercaba cada vez con más peligro al área castellonense. En una de estas oportunidades, Kanouté logró tocar un balón que Álvarez no supo despejar y Adriano se quedó solo ante Viera para anotar el 0-1. Los cinco últimos minutos del primer acto pudieron ser definitivos para la suerte del choque, ya que además de este gol, Kanouté lanzó fuera una pena máxima cometida sobre Kepa Blanco y los sevillistas desperdiciaron un libre indirecto en el punto de penalti. En la segunda parte, el Villarreal salió con más ímpetu, un balón al poste de Forlán, pero el Sevilla seguía en la misma línea y cada perdida de balón local era una ocasión para los andaluces. Kanouté se convirtió en una pesadilla para la zaga local, que con fortuna veía como el atacante maliense estaba negado de cara a gol y Viera se hartaba de sacar balones en un debú más trabajoso de lo esperado. La falta de acierto de los sevillistas mantuvo vivo al Villarreal, que a la media hora de juego conseguía, por mediación de Figueroa, igualar el partido. Los de Pellegrini con quince minutos por delante se lanzaron a por la victoria y el partido se volvió loco. El gol podía caer a favor de cualquiera de los dos equipos, aunque el marcador ya no se movería más pese a la inferioridad numérica de los castellonenses en los últimos minutos del choque. «El empate, buen resultado» Manuel Pellegrini, entrenador del Villarreal, reconoció que el empate conseguido fue un buen resultado después de cómo se desarrolló el encuentro. «El equipo no ha estado cómodo y la lesión de Riquelme les ha favorecido, pero nunca hemos perdido la fe. El equipo lo ha seguido intentando a pesar de que no le salían las cosas y eso nos ha llevado a igualar el partido», señaló. «Me gustó mucho el Sevilla, el año pasado vinieron a destruir nuestro juego pero hoy jugaron un buen fútbol, tuvieron buenas oportunidades y por eso considero el empate como un buen resultado, porque sumar siempre es bueno», agregó. El técnico señaló que la lesión de Riquelme y el gol del Sevilla «dejó al equipo tocado» y aumento las opciones rivales», concluyó. Juande Ramos, entrenador del Sevilla, lamentó no haber estado más afortunados de cara a puerta y destacó el bueno juego y la personalidad demostrada por su equipo en un campo complicado. «El equipo contó con muchas ocasiones pero nos hemos tenido la suerte de marcarlas, y al final el Villarreal, que es un buen equipo, ha logrado empatar», señaló.