Un triple de Bulfoni resuelve otro complicado final frente al Lobos (79-76)

Un triple del argentino Bulfoni cuando a falta de poco menos de dos segundos para la finalización del encuentro dio al Baloncesto León una nueva victoria en el penúltimo encuentro amistoso previo al comienzo de la Liga LEB. El equipo leonés se presentó en La Bañeza con la necesidad de aplicarse en defensa, faceta en la que viene insistiendo últimamente con reiteración su técnico Gustavo Aranzana, de hecho, tras lo visto ayer, esta faceta se encuentra en un momento en el que su capacidad de mejora es evidente. El equipo leonés comenzó con mayor regularidad el encuentro. Su acierto de cara al aro le dio unas primeras ventajas que fueron meramente anecdóticas ya que solos se mantuvieron hasta que los cántabros ajustaron su juego. El Lobos, con un plantel marcado por el trabajo defensivo y sus muchos centrímetros, poco a poco fue encontrando en el juego de perímetro con Dani, Wallape y Odriozola la solución a sus males. En esta dinámica el primer parcial fue para el equipo de Gustavo Aranzana, quien ya descontento desde su banquillo hacía evidentes muestras de desaprobación al juego de sus hombres. La ausencia de Bernabé y la escasa intensidad defensiva del juego exterior cántabro permitió a los Odriozola y compañía irse haciendo con el partido a medida que avanzaban los minutos y, aunque el descanso se llegaba con la igualada a 38 puntos, la sensación era que Baloncesto León jugaba a rachas y con escasa intensidad, sobre todo en sus hombres altos. El aguante de Gustavo Aranzana tenía un límite y esto llegaba en la reanudación tras el descanso. El vallisoletano en un intento de buscar la reacción de su pareja de hombres de color los relegaba al banquillo en un intento de hacerles reaccionar. Si bien es verdad que esta circunstancia debilitaba sobremanera a los leoneses que a merced del juego colectivo de los cántabros cedían en el marcador hasta márgenes que superaban la decena de puntos (47-63). El socavón abierto por los visitantes era bien evidente y hacía patente que León sin Mills y Barners no ganaría este partido. La última oportunidad Con diez puntos como reto y un marcador de 54-65 se iniciaba el cuarto y definitivo período. Aranzana, en ese juego que mantiene con sus hombres en la dirección de equipo, daba a Barners y a Mills una nueva oportunidad buscando al menos no concluir un nuevo compromiso amistoso con derrota. El objetivo del técnico vallisoletano tenía su fruto en apenas dos acciones ya que Barners, con su capacidad de intimidación de sus tapones y reboteando en ambos aros, era capaz de meter al equipo en la lucha final por llevarse el partido. Las diferencias se mantenían entre cuatro y seis puntos favorables a los cántabros, pero los rivales de los leoneses ya no eran los mismos. Su línea de flotación estaba tocada y su juego interior cargado de faltas personales que no podía aguantar el empuje final a que estaban sometiendo los leoneses el choque. Un cruce de tiempos muertos buscando el respiro, y sobre todo aclarar ideas, ponía en bandeja de plata en la última acción un triple de esos que les gustan a los argentinos ganadores, y Bulfoni no lo desperdiciaba para poner por delante de forma definitiva a Baloncesto León después de estar cerca de veinte minutos por debajo en el electrónico. Un triunfo que sin embargo no esconde las muchas carencias que tiene el bloque en su juego en estos momentos pero para ello tiene Aranzana poco menos de una semana. Ahí está su primer gran reto. El resultado se verá en Murcia.