De rectificar a ratificar

HA SABIDO la Cultural rectificar a tiempo, con una victoria clara en Luanco frente al Marino; ahora toca pasar de rectificar a ratificar ganando al Alavés B que tal vez llega al Nuevo Amilivia con el recuerdo de su goleada (4-1) del último partido jugado en la pretemporada. Cierto que en aquel equipo había algunos jugadores del Alavés de Primera División, pero también varios de los que hoy van a intentar repetir, si no el rotundo resultado sí la victoria. Y es que los de Vitoria que iniciaron la temporada normalmente (victoria mínima y derrota también mínima en los dos primeros partidos) el pasado domingo tuvieron que ceder por goleada en su campo frente al Salamanca, quien presentó sus credenciales como favorito del grupo. La victoria en Luanco llegó, como el agua en este septiembre, en un momento no sólo necesario sino oportuno, sin dar tiempo a que la sequía de resultados desfavorables siguiera anclando, en el fondo del mar de la competición, al barco culturalista; en el fondo y bajo mínimos con un cero en la tabla de clasificación totalmente impropio para un equipo como la Cultural con aspiraciones máximas, un oscuro lugar que nadie recordaba había ocupado, ni siquiera en los duros tiempos de la más pertinaz sequía. Con la victoria llegó el necesario sosiego, templando los nervios de los aficionados, avivando la mortecina llama de la esperanza. Por eso en este partido frente al Alavés B, tercero de la Competición, la Cultural puede, debe, tiene que ratificar la victoria lograda oportunamente en tierras satures que supuso, como la lluvia benéfica tornar el ocre oscuro del campo culturalista en verdor fresco de esperanza. Una segunda victoria supondría un nuevo impulso vertical hacia arriba, particularmente en el ánimo de los impenitentes seguidores culturalistas que, con lógica, acusan las derrotas, más o menos inexplicables, después de los muchos lustros de caminar por el desierto en busca de la tierra de promisión. Es obvio que la presencia de jugadores orillados por lesiones y sanciones se hizo notar en Luanco. Una mirada al calendario propicia, si no el optimismo que para nada es bueno, sí la esperanza de ver al equipo subiendo peldaños en la escalera de la tabla de clasificación hasta ocupar lugares de premio. Baracaldo, Durango, Lemona, Zalla son obstáculos salvables que se pondrán en el camino antes de llegar a la prueba de fuego el 23 de octubre, en el Helmántico.