El mundial de marcas, nuevo reto

Fernando Alonso asombró a propios y extraños al afirmar en Interlagos, sin ambages, que ahora tenía que marcarse nuevos objetivos. Esa sentencia se ha interpretado como si ya lo tuviera todo hecho, cuando la realidad es que sólo ha dado el primer gran e histórico paso de lo que se espera una prolífica carrera deportiva plagada de triunfos. Será harto difícil, empero, que las circunstancias vuelvan a serle tan favorables, que Ferrari y McLaren vuelven a sufrir tanta adversidad. Fernando es un hombre ganador y los nuevos retos pasan por lograr más victorias que sus rivales, algo que deberá comenzar ya desde el Gran Premio de Japón para que Renault intente luchar por el título de constructores. Un objetivo que se antoja complicado de conseguir, ya que ahora los McLaren, además de correr, no se rompen. Afortunadamente para Alonso, la fiabilidad ha llegado tarde a los coches de Montoya y Raikkonen. Lo que tiene por delante Fernando es lo que más le divierte. Buscar con ahínco vencer y superarse a sí mismo, algo que le ha motivado desde pequeño. El futuro personal más inmediato, una vez terminado el Mundial, serán las merecidas y largas vacaciones. Igual que el año pasado y como hacía habitualmente Michael Schumacher, el ovetense estará casi tres meses sin subirse a un monoplaza. Renault no tendrá listo el coche del año que viene hasta mediados de enero, ya que por la estructura del motor les es imposible hacer un V8 para adaptarlo al chasis actual, mientras que las primeras pruebas de los motores V8 están ya en el banco. Hay equipos que están trabajando ya en pista con los nuevos motores, como Toyota, Ferrari, Mercedes, Honda y BMW, pero en la marca francesa confían en lo que les ha dado tan buen resultado este año, y que han sido los bancos de pruebas. Los motores Renault son irrompibles, y esa ha sido una de las bazas del triunfo de Fernando. Parece que fruto de esa experiencia no les hace falta nada más, pero la realidad es que el año que viene todos parten de cero y puede haber sorpresas de cualquier tipo, incluso por parte de Cosworth y Williams, que unirán sus esfuerzos, mientras Red Bull correrá con motores Ferrari. Asumido el fiasco de este curso, la marca italiana lleva tiempo trabajando en el coche del año que viene. Exactamente igual que hizo Renault la temporada pasada, ya que comenzó a pensar en el siguiente campeonato cuando ya dieron por perdido el segundo puesto. A la postre, aquella decepción del pasado se tradujo en una ventaja decisiva para el futuro. Es como si un equipo de fútbol inmerso en varias competiciones decide dejar alguna para centrarse en un objetivo prioritario. El año pasado, Renault apostó por el 2005 y fraguó su triunfo en las primeras carreras de la temporada, con un coche muy fiable y experimentado, y eso es lo que está haciendo Ferrari pensando en el 2006. Renault tiene unos recursos limitados y el cuarto presupuesto de la F1, lo que a priori es un hándicap en el futuro inmediato de Alonso. Sin embargo, la confianza de Fernando en su equipo es total y está convencido de poder tener un coche capaz de luchar por la victoria. Apostó a conservador en las últimas carreras para cerrar a su favor el campeonato, pero es un pura sangre, un ganador nato, y a partir de ahora no aceptará tener que abrir la puerta al Montoya de turno, sólo para asegurar puntos. España, centro de la F-1 Ahora habrá que ver el material de que dispone el asturiano, que acaba contrato con al marca francesa a finales del 2006, al igual que Briatore. Entonces podrá elegir, y si es con dos títulos en el bolsillo mejor. La realidad es que el futuro es incierto para todos, y que España se va a convertir a partir de finales de noviembre en el centro de la F1 Mundial, ya que todos los equipos intensificarán sus pruebas en los circuitos españoles, y además con mucho más ímpetu que antes, ya que hay mucho que probar. Para el ejercicio que viene la unanimidad en cuanto a días de pruebas ha desaparecido y cada uno hará lo que quiera. Esta medida favorece a los equipos con más presupuesto, como Toyota, que no dispone de pilotos capaces de luchar por el título, o Ferrari, donde Michael Schumacher quiere retirarse con otro galardón, el octavo, ya que le ha escocido mucho el desastre de este año, Y eso que alemán ha luchado como un debutante para mantenerse entre los primeros.