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Publicado por
MARTÍN
León

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BIEN PODÍA cambiar el título «No pudo ser», por este otro: Lo que no puede ser, no puede ser y además es imposible. Tal vez exagerado, tal vez escéptico, pero que tiene unas premisas lógicas, evidentes, que resuelven el silogismo del partido dentro de la lógica. El Ciudad Real tiene una doble plantilla, con dos hombres importantes en cada puesto; Ademar ha tenido que reemplazar la mitad de su plantillaacorde con sus disponibilidades dinerarias. Por añadidura, el calendario ha llevado al equipo a jugar dos veces seguidas, en el plazo de una semana y en la antesala del partido frente a los manchegos, en cancha contraria con desplazamientos a Madrid y a Cangas del Morrazo, y eso se nota; por añadidura, sin lugar al necesario reposo, ha emprendido viaje a Suecia, para jugar el primer partido de la Copa de Europa, y seguidamente, el miércoles, por si fuera poco, se desplazará, apenas llegado de tierras nórdicas, a Valladolid, donde los pucelanos esperan plácidamente sentados. Menos mal que el arranque de la Liga proporcionó tres victorias... Del partido ante el Ciudad Real, que no sólo llegaba herido en su amor propio por su tropiezo -ese sí que fue un tropezón- en Algeciras, sino que también con unas ganas de revancha por el empate de Ademar en Ciudad Real y la victoria ademarista en el Palacio que les quitó el título de Liga y se lo puso en bandeja de plata al Pórtland. (Por cierto, el empate del Pórtland en su cancha frente al modesto Arrate, es otro agudo toque de atención, después del clarinazo dado por el Algeciras ante el Ciudad Real). Por añadidura, Ademar no tuvo su día, con lagunas notables. Únicamente el coraje (eso sí, nunca arrió la bandera de su lema: Ademar, a luchar) la garra y el amor propio, facetas en las que el leonés Héctor Castresana fue ejemplo, hicieron que la derrota queda en tanteo decoroso. Hay una realidad evidente: Ademar está jugando con un equipo casi nuevo, con tres bajas importantes respecto al de la temporada anterior, más la lógica falta de acoplamiento, amén de la forma, no precisamente plena, de alguno de los jugadores. Necesita aún tiempo, sosiego y no tiene ni lo uno ni lo otro. Cinco partidos en tiempo récord, sin el mínimo tiempo para el descanso y la mínima preparación de cada uno de ellos. Para postre, el miércoles a Valladolid. Creo que no sólo justificado queda el titular, sino también para los menos optimistas, lo de «lo que no puede ser, no puede ser.