Rossi se exhibe y a Pedrosa se le complica

EL ITALIANO Valentino Rossi (Yamaha YZR M 1) celebró la consecución matemática de su quinto título mundial de la categoría reina del motociclismo en Qatar de la mejor forma posible, con una nueva victoria, y van diez, lo que le sitúa a sólo dos del récord que ostenta el australiano Michael Doohan (Honda NSR) con doce victorias en un mismo año. Ese debe ser ahora, probablemente, el objetivo de Rossi, quien se está convirtiendo en un auténtico «devorapilotos», al no mostrar absolutamente ninguna compasión por sus rivales a los que intenta doblegar de cualquier forma y bajo cualquier circunstancia. El sábado, en el circuito Losail de Qatar, muy especial por las duras condiciones climatológicas de la zona -fuerte calor y ausencia de humedad-, Valentino Rossi volvió a demostrar que mientras él esté en la pista, el único resultado que le vale es la victoria, inconformista por naturaleza, sólo las matemáticas le permiten ser conservador, como en Malasia, en donde quiso garantizar matemáticamente el campeonato. Aún sin haber hecho unos buenos entrenamientos, Rossi se transforma en carrera y en Losail lo volvió a demostrar al buscar desde atrás a los hombres de cabeza y después de estudiar y planificar su estrategia, pasar a la acción independientemente de quien sea su oponente, aunque que duda cabe que si éste se llama Sete Gibernau (Honda) la situación parece estimularle en mayor medida. Demostró que es «casi» humano, pues cometió errores, pero los salvó con gran maestría y pilotaje, no así sus rivales, que primero Gibernau, acosado por Melandri y luego el propio «Maccio» acabaron por doblegarse a la terrorífica perfección de conducción de su oponente, que lidera con mano de hierro los 500 c.c. y ahora MotoGP desde 2001. Muchos más problemas está teniendo en este final de temporada el líder de la clasificación provisional del mundial y actual campeón de los 250 c.c., el español Daniel Pedrosa. Sabido es que las Honda cuando se dan condiciones de calor muy intenso, pierden algo de rendimiento y eso, en Qatar, lo notó el campeón español en demasía, con constantes problemas de carburación en su Honda campeona y, por desgracia para él, también como consecuencia de las molestias que arrastra en su hombro desde las caídas que sufrió al iniciar el periplo asiático en Japón. Después de superar los obstáculos de entrenamientos, Pedrosa salió a la carrera qatarí con el ánimo de hacerlo lo mejor posible aunque sabiendo que le iba a resultar muy difícil luchar por la victoria y eso quedó patente y manifiesto casi desde el principio, pues el australiano Casey Stoner (Aprilia) salió como un auténtico disparo y nadie pudo contrarrestar su hegemonía, lo que le mete de lleno en la lucha por el título mundial, en el que ahora cuenta con apenas 26 puntos menos que el español. Daniel Pedrosa tendrá que sacar a relucir en las tres carreras que restan por disputarse, con el inconveniente de que la próxima cita es el «feudo» de Stoner, pues llega Phillip Island (Melbourne, Australia), la eficacia que en otras ocasiones le ha caracterizado y, para ello, dispone de casi dos semanas para intentar recuperarse plenamente de las lesiones que arrastra y que no le permiten rendir al máximo. El semblante de los responsables de KTM lo dijo todo al final de la carrera de 125 c.c. El finlandés Mika Kallio había mandado durante toda la carrera, protegiendo sus espaldas el húngaro Gabor Talmacsi, pero la visión se le nubló al magiar en la recta de meta y aunque después dijo que pensaba que quedaba una vuelta más, el hecho cierto es que ver la bandera de cuadros debió ser una visión demasiado irreverente como para no aprovecharla.