La Deportiva naufraga de forma estrepitosa a orillas del Pisuerga (3-0)

La Sociedad Deportiva Ponferradina protagonizó ayer en Zorrilla una de las actuaciones más pobres que se recuerdan desde que milita en Segunda División B. Los blanquiazules, que ayer vestían de rojo, no fueron capaces de plantar cara a un filial vallisoletano que salió a comerse la hierba, poniendo más ganas que el rival y sacando fruto cada vez que llegaba ante Rubio aprovechando las facilidades que les concedían los bercianos. A esta indolencia defensiva que ya empieza a ser preocupante del cuadro de Lucas, se le une la habitual falta de acierto en ataque. Esto último impidió cualquier atisbo de reacción porque el rival se quedó con diez a la media hora de juego y los ponferradinos tuvieron el balón en su poder en la mayor parte del encuentro. Sin embargo, no supieron traducir en gol ninguna de las ocasiones que crearon y, por contra, los de Alfredo Merino (ayer en la grada por sanción) aprovecharon las contras para derribar a su adversario. Tal fue la impotencia de los visitantes que Rubén Vega terminó por perder los papeles a falta de un cuarto de hora y se autoexpulsó después de agredir a un contrario. El árbitro le expulsó a instancias de su asistente. Pichi Lucas había sacrificado ayer a Soto, dando entrada a Úriz en su puesto. De este modo le daba una nueva oportunidad a Krios. El heleno mejoró algo pasadas actuaciones pero todavía sigue bajo mínimos. El partido empezó muy mal para la Deportiva que pudo encajar el primer tanto cuando todavía no se había cumplido el primer minuto de juego. Una penetración del exterior local Asier por la izquierda concluye con un centro medido a la cabeza del delantero Carreño que remató a placer desde la central del área pequeña, echando la pelota por encima del larguero cuando lo más fácil era marcar. Ni Alberto ni Úriz, que eran los centrales ayer pudieron evitar el testarazo del vallisoletano. Para más inri, Toñín tuvo que abandonar el campo a los ocho minutos por una inoportuna lesión, lo que le dio a Chupri la opción de estrenarse esta temporada. A renglón seguido, avisaron los de Torres Gómez (sustituto ayer en el banquillo del sancionado Merino) de lo que vendría más tarde. Borja se va por la derecha, superando a Asier Salcedo y aprovechando el adelantamiento de la zaga que ayer vestía de rojo, puso un balón de gol para Carreño pero Rubio apareció justo cuando el atacante blanquivioleta se disponía a rematar. Fue un anticipo de la jugada que dio origen al primer gol del partido. Una pérdida de balón de los bercianos en el centro del campo posibilitó que Borja rompiera el fuera de juego entrando desde atrás y se fue solo buscando a Rubio. Para superar al meta, esperó la llegada de Carreño que le acompañaba por el centro y le cedió la pelota para que éste último anotara a placer. A partir de ese instante los de Pichi Lucas se hicieron con el control del partido, pero sin demasiada profundidad y menos acierto. La Deportiva luchaba contra diez hombres porque el árbitro expulsó al central Johnatan Castro por derribar a Rubén cuando era último defensor. El empate se mascaba, pero faltaba puntería y sobraban prisas que originaban imprecisiones. El Pucela sentencia a la contra Todo hacía indicar que el empate podría producirse en cualquier momento pero ocurrió todo lo contrario. Los locales anotaron el segundo tanto en una contra. Borja superó a Rubio en el mano a mano. Con los bercianos desquiciados, Teo logró el tercero en otro contragolpe y más tarde Rubén Vega, fruto de la impotencia, agredió a un contrario y fue expulsado. Tomás Nistal siguió el mismo camino. Con todo, el de ayer no es un partido para olvidar, es un fracaso del que Pichi Lucas debe sacar conclusiones porque si el equipo no reacciona su situación puede ir agravándose de forma peligrosa pese a que la Liga, como quien dice, acaba de comenzar.