Ademar recurre a la autoestima para salir indemne de Valladolid (29-30)

Victoria para creer en sí mismos. El Ademar de Manolo Cadenas rompió su racha de dos derrotas en el mejor momento y ante el rival adecuado, con una victoria de prestigio en el derbi regional. Fue un encuentro tenso, disputado, con ventajas cortas pero siempre con un punto de superioridad para el Ademar, que al final se llevó el gato al agua por un solo gol, suficiente para amarrar unos puntos muy valiosos ante uno de los rivales directos para la zona alta de la tabla clasificatoria. Se inició esta nueva edición del derbi regional con un juego velocísimo y acertado, con gol en prácticamente todos los ataques de ambos equipos, explotando la rapidez de las contras. Pero a partir del minuto seis, el conjunto de Cadenas ajustó mejor su defensa, una vez pillado el truco al ataque pucelano. Y es que Valladolid basaba casi todo su juego en la labor de Chema y sus dos tiradores, Gull y Muratovic, apoyados por Garabaya en el pivote con su tradicional desgaste. Cerraron bien los leoneses a la primera línea de Valladolid, y ello les valió irse en el luminoso, con una máxima ventaja de tres dianas (6-9), momento en que se produjo un importante tiempo muerto de Juan Carlos Pastor. Fue importante porque el conjunto local puso en práctica una defensa bastante más agresiva a partir de ese instante. El equipo local frenó en seco el progreso de la anotación ademarista, anclando a los visitantes más de seis minutos con el gol 12 inmóvil en el marcador. El equipo de Pastor aprovechó las dos exclusiones sufridas por los ademaristas par acortar las distancias, hasta llegarse a un tiempo muerto de Manolo Cadenas cuando el luminoso ya indicaba un 12 iguales. Fue una verdadera lástima, ya que parecía que León podría llegar al descanso arriba en el marcador con cierta comodidad, pero el meta Sierra, que casi firmó sólo dos paradas en el primer periodo, las hizo pero en momentos muy importantes, cuando Ademar se podría haber escapado con cuatro goles y claro riesgo de ruptura del encuentro en ese instante. En el último minuto de la primera mitad, los locales se pusieron incluso por delante, lo que no conseguían desde el gol inicial, el 1-0 en los primeros compases. Así, sólo en los minutos primero y último se vieron ventajas de Balonmano Valladolid en un derbi que lo dejaba todo abierto de cara a la segunda mitad. En la segunda parte, Ademar León empezó con mucha fuerza, volviendo a coger las riendas del encuentro, remontando su desventaja y alcanzando pronto dos goles de ventaja. Parecía, al igual que en el primer periodo, que los visitantes podrían dar el estirón decisivo, pero también como sucedió en el primer periodo, Juan Carlos Pastor varió su defensa, pasando a un 5-1 con Ugalde de adelantado, lo que permitió algunos robos y contragolpes a los locales. En el otro lado pista, también Ademar se había puesto con defensa en 5-1, pero a los locales les funcionó mejor en esos instantes. El ambiente en el Huerta del Rey estaba muy caldeado, y el público empujo en volandas a los pucelanos hacia un parcial de 4-0, colocándose de nuevo por delante con un ajustado 24-23. Pero entonces le faltó algo de calma o quizás de experiencia a los locales para enfriar el choque y mantener esa ventaja, y Ademar, siempre muy bien apoyado en la dupla Entrerríos-Kjelling, devolvieron de inmediato la jugada a los locales con un parcial de 0-3. Kristian jugó un segundo periodo sensacional, con seis goles, liderando al equipo y tomando la responsabilidad en los momentos en que era necesario. El conjunto de León supo jugar bien las ventajas, no escandalosas pero suficientes. Valladolid llegó tocado a los minutos decisivos, muy flojo, con muy poca aportación de la portería y claros síntomas de cansancio en los tiradores locales. Gull perdió mucho respecto al del primer acto, y el equipo insistía por el centro, pero ya sin ideas y con poca frescura, obviando los extremos. Con una renta corta, 29-30, se entró en el último minuto y con la posibilidad local de llegar al empate, en un tiro de Muratovic, pero fue muy blandito y lo paró el guardameta ademarista Jorge Martínez, echando de esta manera el telón al encuentro.