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La Real Sociedad agua el final de los festejos del Pilar al Zaragoza (0-1)

Un gol de penalti de Xabi Prieto fue suficiente para llevarse los tres puntos a San Sebastián

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efe | zaragoza

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La Real Sociedad le aguó el final de la Fiestas del Pilar al Real Zaragoza tras un partido en el que a los guipuzcoanos les bastó con una buena disposición táctica sobre el césped para anular a un oponente cuyo juego ayer bajó muchos enteros. Ni siquiera el hecho de jugar con un hombre más durante los últimos veinte minutos les sirvió a los zaragocistas para evitar una derrota que les hace perder la condición de invicto que tenían, a la vez que para que su rival deje de ser el peor equipo a domicilio del campeonato. La buena presión ejercida por el conjunto de Amorrortu desde el inicio del encuentro impidió que el Real Zaragoza pudiera siquiera pensar en acercarse a los dominios de Riesgo. El conjunto local apenas podía sacar el balón al borde de su área y eran los centrales los que se veían obligados a jugar el papel de cerebros por lo que el juego no fue fluido en ningún momento. La Real jugaba con cierta comodidad porque la presión local estaba lejos de ser similar a la de su oponente y además contó con la ventaja de adelantarse gracias a penalti muy protestado y que fue transformado por Xabi Prieto. Al equipo maño le faltaba precisión a la hora de jugar el esférico y, sobre todo, ritmo y velocidad para superar el entramado defensivo de su oponente. Estas circunstancias no comenzaron a darse hasta las cercanías de la media hora, cuando los de Víctor Muñoz despertaron y comenzaron a empujar a los donostiarras hacia atrás, aunque no hubo claras ocasiones porque faltó puntería. Tras el descanso los locales pusieron más ganas que fútbol y con empuje consiguió inquietar la portería aunque nunca con opciones reales de gol. Prueba de ello fue que Riesgo sólo tuvo que emplearse a fondo en un remate lejano de Ponzio en el 53. La roja de Aranburu hizo que el dominio fuera local pero infructuoso, ya que las prisas y el desacierto desesperaron a los locales.

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