Alonso pone un broche de oro que acalla a quienes le cuestionaban

Fernando Alonso no pudo terminar de mejor forma la temporada en la que se ha proclamado campeón del mundo. Consiguió la pole y también la victoria en el Gran Premio de China y, además, ha ayudado a que su equipo, Renault, consiga su primer título del mundo de constructores. Fu una carrera emocionante gracias a la aparición del coche de seguridad en dos ocasiones, pero que fue dominada por el asturiano como había hecho en el inicio de temporada, manteniendo el coche a pocas revoluciones cuando pasó la primera parte de la prueba. En el podio, junto al español se situaron Kimi Raikkonen (McLaren-Mercedes) y Ralf Schumacher (Toyota). Giancarlo Fisichella (Renault) fue cuarto, después de una parada extra en boxes tras recibir una rigurosa e inexplicable penalización. Tras el italiano y también en los puntos se clasificaron Christian Klien (Red Bull), Felipe Massa (Sauber), Mark Webber (Williams BMW) y Jenson Button (BAR-Honda). Juan Pablo Montoya no pudo ayudar a que su equipo, McLaren-Mercedes, ganara el Mundial, ya que abandonó tras romper el motor, y ello tras pinchar el neumático delantero derecho y dañar la suspensión al pisar una tapa de alcantarilla. Para aquellos que dudaban de quién era el mejor piloto de 2005, Alonso remató el final de la temporada con una estupenda victoria. La prensa inglesa lleva tiempo discutiendo sobre este tema, ya que consideraban que Kimi Raikkonen era el mejor por sus siete victorias de este año contra las sólo seis de Alonso. En China, el español sumó una más, y de esa forma se ha igualado a Raikkonen. El finlandés sólo tuvo la opción de superar a Fisichella en la segunda entrada en boxes, y así ser segundo. Alonso pasó un fin de semana increíble en China. El sábado se llevó la 'pole position', algo que no se esperaba, ya que los McLaren habían dominado las cuatro sesiones libres de entrenamientos anteriores. Este domingo ganó la carrera, y a punto estuvo de marcar la vuelta rápida, si no hubiese sido porque Kimi se hizo con ella en la última vuelta de carrera. Y para rematar el magnífico Gran Premio de China, su victoria y el cuarto puesto de Fisichella hicieron que Renault, como equipo, consiguiera ser campeón del mundo por primera vez en la historia de la marca francesa. Alonso, a fondo Antes de la salida, y cuando los pilotos se dirigían hacia la parrilla, Michael Schumacher sufrió un encontronazo con Christijan Albers. Era la primera vez en la historia de la F1 que dos pilotos se accidentaban cuando se dirigían hacia la parrilla de salida. El Ferrari y el Minardi se quedaron en la pista, y ambos tuvieron que ir a boxes y tomar la salida desde allí con sus respectivos coches de reserva. Los semáforos se apagaron y Alonso pisó a fondo el acelerador, seguido de su compañero Fisichella, que aguantó bien el ataque de Raikkonen y Montoya, que venían por detrás desplazándose hacia la izquierda de la pista, evitando ser adelantado. Alonso, sin nadie por delante, comenzó a marcar vueltas rápidas. Sabía que cuanta más ventaja sacara a sus rivales, mejor para él, ya que la parada en boxes en el circuito de Shangai hace perder mucho tiempo -unos 21 segundos-, y el de Renault no sabía si los McLaren iban a parar después que él y con cuántas vueltas de diferencia. Cuando todo parecía en calma, ocurrió algo inimaginable. Montoya se subió por encima de una pieza grande que se encontraba sobre uno de los pianos del circuito, a la salida de la curva 10. Era un trozo de alcantarilla que se había desatornillado. El colombiano pinchó su neumático delantero derecho y consecuentemente fue hasta boxes. En ese momento, el director de carrera, Charlie Whiting, ordenó que saliera el coche de seguridad. Tuvieron que revisar el resto de las rejillas situadas en el trazado. Era la vuelta 19 y los pilotos aprovecharon para echar combustible. Alonso contaba con 19 segundos de ventaja sobre Fisichella y esa diferencia se evaporó debido a la presencia del coche de seguridad. Fernando tenía más cerca a sus rivales, y de nuevo tenía que apretar a fondo el acelerador. En ese mismo momento, Montoya decía adiós definitivamente al Gran Premio de China desde boxes. Su coche había sufrido daños importantes Pero poco después, de nuevo el coche de seguridad tuvo que salir. En esa ocasión fue debido a que Karthikeyan sufrió un espectacular accidente, con incendio incluido. Una vez que el coche de seguridad se fue de la pista, quedaba afrontar la última parte de la carrera, con 22 vueltas por delante. Alonso seguía liderando la carrera con tres hombres por detrás que tenían que parar en boxes una vez más: Ralf Schumacher, Massa y Klien. Una vez que lo hicieron, la clasificación sufrió un cambio, con Raikkonen en segunda posición a más de 13 segundos de Alonso, y Fisichella en la tercera con Ralf tras él. Alonso, como en Bélgica 2000, había vuelto a recuperar terreno, y dominaba a placer a sus rivales, ya sin hacer uso total del potencial del nuevo motor Renault, que demostró ser potente y fiable. Pero aunque sólo quedaran ocho vueltas para el final, el orden de los pilotos volvió a cambiar. En Renault recibieron una notificación por parte de la FIA: Fisichella volvió a boxes. El italiano perdió de esa forma su tercer puesto a favor de Ralf Schumacher, aunque luchó hasta el final para superarle. Y Raikkonen también, marcando la vuelta rápida en carrera en la última, la 56. Aunque el finlandés no pudo llegar ni a acercarse a Alonso. Tras los cuatro primeros clasificados (Alonso, Raikkonen, Ralf Schumacher y Fisichella), cruzó la meta Klien seguido por Massa, Webber y Button.