León no pierde ni en un mal día (76-68)

Baloncesto León no tenía ayer su día y aún así sumó su quinto triunfo consecutivo. Fue todo un ejercicio de fe y de entereza por parte de un equipo al que en ataque no le salían las cosas. La única medicina para el mal pasaba por la defensa y ayer volvió a brillar de nuevo, lo que llevó al Palma a quedarse en 68 puntos tras 45 minutos de juego. El partido fue tosco, pero muy intenso, con una zona del Palma que se prolongó durante más de veinte minutos y contra la que se estrelló un Baloncesto León pésimo en los triples (6/23) y con muchos problemas por dentro por la acumulación de faltas, lo que obligó a Gustavo Aranzana a recomponer casi de continuo con lo disponible un quinteto que no era el deseado. Y a Higgins apenas le dejaron jugar los árbitros. En 5:05 minutos se fue al banquillo con tres faltas y en el último periodo permaneció poco más de tres minutos antes de recibir las otras dos. Todo un récord. Los primeros compases del partido ya dejaron claro que sería muy físico y que la pareja arbitral sería permisiva. El Palma no venía de víctima y la entidad de sus jugadores auguraba mucha disputa en el partido. Con esas pautas ambos equipos se centraron en la labor defensiva y el Palma arrancó sus primeras ventajas bajo el aro de la mano de Battle, uno de los jugadores más destacados del arranque liguero. Y también quedó clara una cosa. Las faltas sobre Barnes no se ven y las de los hombres altos de León son «clarísimas». A pesar de todo el estadounidense ofreció probablemente su mejor cuarto de la temporada en los diez primeros minutos e impulsó al equipo a salvar este primer bache igualando el parcial (15-16). Higgins se había sentado con tres faltas y León se descompuso lo que permitió al rival un parcial de 0-6, aunque fue paliado tras entrar Bernabé para sustituir a Barry, que tenía un dedo abierto. El segundo cuarto arrancó con un intenso duelo de bases entre Bernabé y Vallmajó, que permitió ponerse arriba. Un tapón espectacular de Mills y una antideportiva en un mate de Barnes parecía que rompería el partido (25-21) pero el Palma dio un giro radical al apostar por una zona 2-3 que marcó y mucho el partido. León se estrelló de lleno con ese planteamiento defensivo y estuvo varios minutos sin anotar lo que generó un parcial de 4-12. Nadie en León atinaba con los triples y por contra Santi Toledo sumaba dos consecutivos. Lo único positivo es que León no se vino abajo y apretó los dientes para evitar al menos que el rival rompiese el partido. Al descanso el rival ganaba el rebote (11-19), había asfixiado a Mills (tres puntos) y había dejado a León en solamente 29 puntos, y por ciento, muy incómodo sobre su propia pista. El tercer cuarto repitió el guión del segundo. León ofreció sus mejores minutos en el arranque y tomó el mando, hasta que de nuevo se estrelló contra la zona del rival. Bulfoni lideró los primeros ataques y Bernabé le sacó dos faltas en ataque consecutivas a Raúl Mena, lo que generó un esperanzador parcial de 10-1 (39-34). Barnes estaba muy metido en el partido y en cinco minutos el Palma sólo fue capaz de lograr dos puntos (2/4 en tiros libres en ese parcial). Pero la zona dejó otra vez a León sin anotar durante siete minutos y las cosas cambiaron radicalmente con un duro parcial de 0-11 (39-45), que palió al final del cuarto Panadero con un triple. A Barnes ya le había caído la tercera falta y la grada estaba cada vez más indignada con unos árbitros que en el periodo final se cubrieron de gloria con cinco faltas consecutivas a León que llevaron a Higgins y a Bernabé al banquillo y dejaron a Barnes con cuatro. El daño era muy grande y Aranzana hacía verdaderos esfuerzos con las rotaciones para paliar la situación. Y por contra el Palma llegaba al minuto ocho del cuarto con sólo dos faltas, mientras León estaba en bonus desde el inicio. Aún así el equipo ya no permitió al rival llevar la iniciativa y los empates se fueron sucediendo. Una falta a Mills sacó incluso pañuelos en la grada y la afición optó por la única solución posible, empujar al equipo para paliar tanta desgracia. León dejó al rival clavado en 57 puntos y no tuvo fortuna en los balones para matar el partido. El Palma se la jugó a las faltas y para sorpresa de todos no estaba en bonus, ya que las faltas habían caído para el mismo lado. Mills ofreció en la recta final un mate con un salto realmente espectacular, pero un triple de Vallmajó permitió a su equipo forzar la prórroga. Y ahí León no dio ninguna opción al rival. Barry anotando -un triple y cuarto tiros libres consecutivos- y Barnes muy firme atrás catapultaron al equipo a un triunfo muy sufrido de esos que hacen crecer a un equipo y que impulsó aún más gran unión de plantilla y grada en la mejor entrada de esta temporada. Ahora el viernes, León visitará a La Palma, la canaria. Sólo los baleares aguantan el ritmo El fuerte ritmo de victorias de Baloncesto León en este arranque de temporada sólo es soportado y en parte por los dos equipos baleales -Palma y Drac Inca- que tienen cuatro triunfos en cinco jornadas. Equipos potentes de la categoría y llamados a ser los grandes candidatos al ascenso ya han cedido bastante terreno como en el caso de Tenerife, Murcia o CAI ya cuentan con dos derrotas y Lleida con tres. El próximo rival de Baloncesto, La Palma, puso ayer contra las cuardas al Murcia (75-74) y el Inca vapuleó al Tenerife. El Gijón consiguió endosar al Calpe su segunda derrota (67-81), un equipo que estaba llamado a ser la revelación de la liga.