Una resonancia decidirá si Nadal debuta finalmente en el Masters

El cuarto Masters Series de Madrid respira por la herida de los grandes ausentes (Federer, Hewitt, Agassi y Safin) y también por las dudas en torno a Rafael Nadal. En principio está previsto que el de Manacor salga a escena este miércoles para enfrentarse al rumano Víctor Hanescu. Que eso ocurra, o no, ya se verá, porque el caso es que la tendinitis aguda que afecta a la pierna izquierda del jugador no ha desaparecido. Al contrario, subsisten las lógicas molestias, que no se diluyen de la noche a la mañana. Por eso que a nadie le sorprenda si a última hora se produce la retirada del de Manacor o sale a la cancha del Madrid Arena, da unos pelotazos y opta por el abandono, aunque este segundo supuesto no parece de recibo en un deportista tan entusiasma como el campeón de Roland Garros. Nadal, ha insistido en ello, desea jugar en Madrid, pero todo dependerá de su tono físico, de si la rodilla le molesta más que nunca. A fin de cuentas correr un riesgo a estas alturas del calendario no sería producente para un profesional, como el mallorquín, que ya tiene plaza segura para la Copa Masters de Shanghai. En cualquier caso, Nadal tuvo tiempo en este segundo día del torneo para visitar al Real Madrid y tirarle unos penaltis a Casillas, sin que su rodilla izquierda se quejara. También se entrenó un rato por la tarde. En definitiva, la incógnita sobre su participación o retirada del Masters madrileño se resolverá este miércoles. Y si encara el encuentro con Hanescu, ya sabe que el rumano es de los que atacan sin reservas. Mientras, ayer Carlos Moyá prácticamente se paseó en su duelo con el italiano Filippo Volandri, al que en primera ronda derrotó por 6-1 y 6-2 en 65 minutos. El transalpino llegó a salvar hasta tres bolas de partido antes de caer a la cuarta. Moyá, que estuvo en un tono prometedor, jugará contra el gerundense Robredo. El mallorquín utilizó de nuevo sus golpes de fondo para vapulear a un Volandri, lesionado en su pie derecho. De David Ferrer, alicantino de Jávea, cabe resaltar su capacidad para reaccionar frente al argentino Agustín Calleri ante un adverso marcador, porque en el tercer set perdía por 2-4. En ese momento fue capaz de realizar una aplastante remontada para terminar el encuentro con una victoria por 6-3, 4-6 y 6-4 en una hora y cincuenta y tres minutos. El español arriesgó lo necesario especialmente con su derecha para desarbolar a un adversario que le había puesto difícil el acceso a la segunda ronda.