«Han usado el nombre de Roberto Tejerina como un arma arrojadiza»

El entrenador Roberto Tejerina, cesado en la noche del martes como máximo responsable técnico de La Bañeza, se muestra sereno ante la decisión tomada por la junta directiva del club morado, que preside José Manuel Pérez Villar. Su trabajo al frente del equipo ahí está, con uno de los presupuestos más bajos de la categoría. -¿Cómo se encuentra después de su cese como entrenador? -Muy tranquilo. Ahora es tiempo de reflexión y de formalismos. Ya habrá tiempo para estudiar con detenimiento las razones que han motivado mi destitución como entrenador de La Bañeza. -¿Quiere decir que pondrá a cada uno en su sitio más adelante? -Creo que no merece la pena, porque no va a solucionar nada. No me refiero a montar ninguna polémica con nadie. Va en contra de mi ética. He aguantado estoicamente mientras estuve como entrenador y no merece la pena cambiar. -¿Por qué tantas limitaciones de medios en un club que no hace mucho tiempo aspiró al ascenso? -A principios de la temporada se aprobaron unas cuentas que decían que si no teníamos el presupuesto más bajo era el segundo más pobre. El objetivo, entonces, fue muy claro, salvarnos del descenso de categoría. La temporada pasado lo logramos con las limitaciones que todos sabíamos que existían. -¿Cree que la cuerda se ha roto por la parte más débil? -Han utilizado el nombre de Roberto Tejerina como arma arrojadiza. Algunos piensan que con la marcha de Roberto Tejerina se van a solucionar todos los problemas de La Bañeza. Sólo digo, que ojalá sea así. -¿Con que se queda de su etapa en el banquillo bañezano? -Con las plantillas de los dos años. Con el aprendizaje de cosas que no se deben consentir y también con la humanidad del presidente con el que he trabajado. -¿Qué borraría de su estancia? -Me lo dijo un buen amigo y a la postre tengo que darle la razón, nunca debí llegar a La Bañeza. -¿Y el futuro? -No se me caen los anillos por dirigir a un equipo alevín. Nunca he vivido del fútbol, pero quiero vivir con el fútbol.