El Madrid se gustó y aplastó al Rosenborg de la mano de Beckham (4-1)

El Real Madrid echó mano de 45 minutos en la segunda mitad y de la gran forma de David Beckham para derrotar con comodidad al Rosenborg con cuatro goles de todas las clases, uno de ellos de Woodgate, y acercarse a los octavos de final de la competición. El futbolista inglés está que se sale. Todo lo que toca lo convierte en oro, y lo hace dentro del terreno de juego. Mejor que nunca en sus tres años en el Real Madrid. Contra los noruegos, dio dos asistencias de gol y firmó un golazo de falta directa. El Real Madrid cambió el libreto ante los noruegos. Del equipo que jugaba a bajas revoluciones y por el centro dio paso a otro más rápido, vertical y, por fin, con llegada por las bandas. Porque por ahí llegaron las mejores noticias para el equipo de Vanderlei Luxemburgo. El uruguayo Carlos Diogo se presentó de manera oficial ante su afición y el madridismo descubrió a un lateral con vocación ofensiva y profundidad, que volvió a loco a sus defensores. Sin pegada al principio Sin embargo, todo lo que había sido acierto en encuentros anteriores del Real Madrid se convirtió en falta de puntería unas veces y mala suerte en otras. De los catorce disparos a puerta, tuvieron hasta cuatro claras ocasiones en la primera mitad para finiquitar el partido; dos de Baptista (tiro al palo incluido), una de Robinho y otra de Raúl, al que Johnsen sacó un balón en la misma raya de gol. Las malas noticias para el conjunto merengue es que, con Ronaldo lesionado, lo que implica que el equipo se queda sin la pegada en los últimos metros del brasileño, Zinedine Zidane tampoco está. El jugador francés es de esa clase de futbolistas que necesita estar al cien por cien físicamente y, hoy por hoy, no está ni siquiera cerca de esa forma que tanto ansía el club y los aficionados. Así las cosas los noruegos, que demostraron muy poco durante los primeros 45 minutos, aprovecharon su primer disparo entre los tres palos para hacer de Real Madrid, ese equipo que mata a la primera oportunidad que tiene. Tras varios empujones de los blancos en los que metieron al Rosenborg dentro de su área, fue Strand el que aprovechó uno despiste defensivo de los blancos para plantarse libre de marca dentro del área y fusilar a Casillas. Después de la reanudación, llegó otra buena noticia para el equipo blanco. Durante la primera mitad David Beckham buscó siempre en los saques de esquina a su compatriota Jonathan Woodgate para que se resarciera de los dos goles en propia puerta y a la cuarta llegó la vencida. Conexión inglesa El inglés, de certero cabezazo, empató el encuentro y terminó de meterse a un público entregado a su causa desde el primer día. Este gol activó al Real Madrid que se volcó al ataque. Y tres minutos después apareció Robinho. El brasileño, obcecado en demostrar su valía en cada balón que toca, dejó atrás una primera parte en la que se estrelló una y otra vez en los defensas para marcarse un eslalon ante dos defensas y dejar el balón al capitán Raúl, que anotó el 2-1. Eso sacó del encuentro a un conjunto nórdico que apenas dio muestras de verdadero potencial para una Liga de Campeones, y se terminó de ir con otro gol de cabeza, esta vez de Iván Helguera en el minuto 68 a pase, cómo no, de Beckham. De ahí al final del encuentro destacó el golazo de falta directa de Beckham y la ovación del público a Zidane y Woodgate cuando fueron sustituidos. El Real Madrid enderezó su marcha europea después de regalar a sus aficionados una notable segunda parte, en la que fue capaz de anotar cuatro goles ante el Rosenborg noruego y voltear un partido que se había complicado innecesariamente antes del descanso por falta de pegada, consecuencia de la mediocre versión ofrecida de inicio.