Kovacevic y Jauregui hacen fuerte a la Real en Anoeta con sus goles (2-0)

La Real Sociedad volvió a dejar patente su fortaleza en Anoeta y, con un cómodo triunfo ante el Deportivo, asciende en la clasificación hacia la zona alta y puede ponerse todavía mas arriba si vence al Getafe en San Sebastián el jueves. El encuentro en sus primeros minutos podría definirse como de cortesía porque al hecho de que los donostiarras prestaran sus camisetas a los deportivistas, por prescripción arbitral para evitar coincidencias de colores, respondieron los gallegos cediendo el mando del juego para que la Real se reconciliara con un público que le recibió a gritos por el fracaso copero ante el Zamora. El idilio duró veinte minutos porque el conjunto coruñés se metió de lleno en el choque y por medio casi siempre de Munitis dio la imagen que se espera de un equipo de su nivel. Pero si alguien merecía una tarde de gloria ese era Kovacevic, un jugador sacudido por constantes tragedias familiares que hace ocho días enterraba en Serbia a su madre y regresaba a San Sebastián para rendirle homenaje de la mejor forma que sabe: marcando goles. El tanto del ariete balcánico llegó a los cinco minutos de la segunda parte, en un testarazo ante el que Molina nada pudo hacer. El tanto fue como un cortocircuito para la fluidez ofensiva del equipo de Caparrós que, en vez de reaccionar y buscar el empate, entró en una fase muy gris, por lo que quince minutos después llegó el segundo gol local, obra de Jauregui.